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jueves, 31 de diciembre de 2015

MAURICIO MACRI: AL MEJOR ESTILO DE JOSEPH GOEBBELS

La periodista entrerriana Stella Calloni reflexiona sobre el Balotaje 2015. ARSAT, YPF, “El Campo”, la Continuidad, y el Neoliberalismo de Mauricio Macri son algunos de los temas que profundiza en la siguiente nota la allegada a Fidel Castro. 
Al mejor estilo de Joseph Goebbels, en la Alemania nazi, la oposición intenta imponer que el pueblo argentino votó “por el cambio”, cuando nunca han definido cuál es el cambio que proponen y toda vez que el candidato opositor Mauricio Macri debió utilizar los logros del gobierno actual, cambiando él mismo su discurso en medio de la campaña, para prometer que los iba a mantener y así logró recuperar votantes. Si Macri dijera cuál es su propuesta de regreso al neoliberalismo rampante, como han planteado públicamente sus economistas, ¿seguro que voluntariamente el pueblo argentino o los trabajadores renunciarían a sus mejores conquistas?
Si recordara que como dirigente de la ultraderechista Propuesta Republicana (PRO), se opuso a cada uno de estos logros del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, logros reales que, sin dudas, está dispuesto a desaparecer del mapa por sus compromisos con el poder hegemónico y el “mercado”, ¿cuál puede ser el resultado? El PRO, cuyo único fuerte es la CABA, tan desentendida del resto del país y tan vulnerable a las ofertas banales, arrastró fácilmente a la UCR, gracias a la dirigencia menos radical de su historia, con lo cual apareció como ganador en las provincias donde en realidad ganaron los radicales, lo que indica que ese caudal de votos no es propio y no puede ser permanente.
¿Qué cambio proponen? ¿Acabar con el nuevo esquema de jubilaciones, que por primera vez en la historia fue extendida a millones, como las siempre olvidadas amas de casa, o los trabajadores nunca blanqueados, pero que trabajaron años, sin tener derecho alguno, ni protección social? ¿Terminar con la AUH, que significa la salvación social para más de 3 millones de niños o con la ayuda a las madres pobres, reconocida en el mundo entero? ¿Despedir a miles de trabajadores, volver a las reglas neoliberales del trabajo, para lo cual ya advierten que las paritarias son fascistas? ¿Y qué decir de los subsidios y becas para estudiantes para los cuales, además de los fondos de ayuda directa se instaló la mayor cantidad de universidades públicas, que hayan surgido en un período histórico en el país?
Escuché a un dirigente del PRO, inclinado a la privatización de la educación, decir en forma pública y con total impunidad que los pobres no pueden estudiar, cuando las universidades públicas y gratuitas se han triplicado. ¿Qué van a hacer con esto: la educación pública al alcance de todos, es una realidad que ellos no reconocen? ¿Y los planes de viviendas que avanzan cada día en el país?
El campo argentino: ¿De qué tragedia hablan los nuevos ricos del campo, convertidos por obra y gracias de la maldita soja también ahora en casatenientes? Sucede en Rosario, Santa Fe, Córdoba o la CABA. Esto, mientras los peones del campo-muchos de ellos rescatados por medidas de este gobierno de su condición de esclavos modernos-, tienen representante sindical a un empresario amigo de los poderosos terratenientes del país. Todos lo saben y callan.
Una década no es suficiente
No lo es para recuperar un país hundido en el infierno. Basta proyectar la imagen del 2001/02: desesperados clasemedieros golpeando con martillos las puertas metálicas o las rejas de los bancos, millones de desocupados – entre el 30 y el 60 % en las provincias- la navidad del trueque, calles vacías, sueldos acorralados en los bancos que nunca perdieron un centavo, mientras la desolación crecía en las ciudades y tanto más en las periferias. Y aquellos ejércitos cartoneros de esos días, miles de despojados buscando comida en la basura. Si se compara ese descenso al infierno con estos días, que volvió a salir humo de las fábricas, se ven productos nacionales en las vidrieras, restaurantes llenos, organismos internacionales que reconocen el descenso de la pobreza y la recuperación del trabajo y derechos laborales y los salarios que lentamente vuelven a recuperarse. Que existe inflación, es tan evidente como que existe una crisis internacional que nos afecta a todos.
Frente a aquellas imágenes apocalípticas asistimos hace muy poco tiempo al lanzamiento del segundo satélite (Arsat) para liberar nuestra capacidad de comunicación, totalmente construido en el país, el mismo que agonizaba en 2002. Nuevamente la Fábrica de aviones en Córdoba, entregada por monedas a una empresa extranjera en 1965 y recuperada ahora, acaba de fabricar su primer avión construido aquí, el Pampa. YPF y Aerolíneas Argentinas, rematadas al mejor postor en los 90, desguazadas ambas y con el despido de miles de trabajadores, empresas estratégicas si las hay, recuperadas por este gobierno como se hizo con las jubilaciones “privadas”, enorme estafa heredada de los 90.
Y mucho más en una larga lista a la que cualquiera puede acceder en una década ganada para la dignidad y el futuro del país. Todo eso es real, aunque pretendan esconderlo con la impunidad de la mentira y la falsificación. La impunidad criminal de la mentira es pan común en estos días, en especial entre el poder corrupto que tiene la desvergüenza de mencionar la palabra transparencia.
Modelo perfecto de colonizados, una clase que ascendió a media-media, quiere parecerse al de más arriba, en estas culturas de mercado de la incultura, donde la TV vende espejos de colores, y trabaja para destruir toda identidad, y la capacidad de pensar y decidir. La humillación por un minuto de fama es modelo corriente.
Bailar por un sueño
No es un juego, es un modelo impuesto en toda nuestra región, para educarnos en la “conveniencia” de la humillación, papel que juegan los jurados. Un poco de dinero y fama te convierten en un conejillo de Indias en el experimento denigrante y deshumanizado de Gran Hermano. Es la sociedad en que quieren transformarnos para facilitar el proceso de recolonización planeado para nuestros países. ¿Iremos cantando hacia nuestra destrucción? ¿Bailando hacia el sometimiento que nos proponen, entre globos de colores? ¿Será un buen cambio volver a privatizar las empresas estatales, rematadas y regaladas durante la dictadura neoliberal, de los 90, cuando se vendía el país, mientras distraían al pueblo del 1 a 1, desmoronado el sistema? ¿Reinstalar el neoliberalismo rampante es un cambio o un retroceso criminal? Y qué hay de los centenares de científicos que retornaron al país. lo que produjo un sorprendente avance para la ciencia y la tecnología, en menos de diez años?
¿Olvidaron aquellos lo de “piquete y cacerola la lucha es una sola”? La clase media hundida hasta el cuello, lo cantaba en las calles, junto a los ejércitos de desocupados, allá por el 2001-2002 y parte de 2003. Enumerar el cambio habido entre el 2001 -2002 y estos días nos llevaría horas, punto por punto área por área. ¿O acaso la desmemoria es tan profunda que no ven el cambio, reconocido por todos los organismos internacionales?
El candidato opositor, que salió tercero, Sergio Massa, también logró recuperar votos rescatando la idea de que iban a preservar todos los logros y el cambio evidente en 12 años del gobierno kirchnerista. ¿De qué cambio hablamos entonces? ¿De regresar a la impunidad para los criminales que secuestraron, torturaron, mataron, desaparecieron en nombre de la seguridad nacional de un imperio del que dependían nuestras fuerzas militares? ¿Volver atrás en la política de Derechos Humanos reconocida en el mundo y que nos enaltece como nación? Es evidente que falta mucho aún en esta recuperación, pero se colocaron cimientos profundos y la propuesta oficial es avanzar profundizando lo logrado y cambiar para mejorar lo realizado.
Continuismo y unidad
Que tenga la oposición el valor de decir cuál es el cambio que prometen y enumerar lo que vamos a ganar y perder en esto. ¿O harán como el ex presidente Carlos Menem quien confesó que si hubiera dicho lo que iba a hacer nadie lo hubiera votado? Esta “restauración conservadora” que ofrece una oposición conformada por alianzas que en nuestra historia política siempre fueron muy débiles, no podría funcionar sin los medios masivos del poder hegemónico, su mayor “fuerza de tarea” en nuestro país, expertos impunes en mentira y desinformación. Un arma de destrucción masiva que mantiene el monopolio de la desinformación y los entretenimientos degradante anulando y vaciando la conciencia de los pueblos, desculturizando día por día a amplios sectores sociales. Estos medios son claves para intentar destruir el proyecto político más avanzado en la historia regional para lograr la emancipación definitiva y la unidad en una integración en la diversidad, que es hoy una realidad y un objetivo estratégico para nuestra defensa y nuestro futuro independiente. Esta unidad es la mayor defensa, ante el intento de retornarnos al neocolonialismo degradante cuando no al colonialismo a secas. ¿Qué sería de nuestro futuro si volviéramos atrás la política exterior más independiente de nuestra vida democrática?
En realidad estamos ante un escenario, donde el gobierno que ha logrado los mayores avances que se registren no sólo desde el retorno a la democracia (1983) sino -debemos recordarlo a la supuesta izquierda que se dice radical en el país- que nunca habló de socialismo, porque hubiera sido falso en las actuales condiciones, ha logrado los mayores avances, siendo literalmente perseguido por una oposición absolutamente dependiente de Estados Unidos, sus fundaciones, sus ONG, y sus medios de comunicación.
Si alguna izquierda, por dogmatismo o por estar sirviendo a otros intereses, ante lo que está sucediendo en el mundo, si algunos intelectuales se sienten tan superiores al común, reflexionan sobre lo que se juega estratégicamente para nuestro país, la región y el mundo. No hay otra opción en estos tiempos que la que surge de los que proponen la recolonización y los que proponen la independencia definitiva, como la única posibilidad para el futuro libre de los pueblos del mundo.
Biografia 
Stella Calloni (nacida en Pueblo Leguizamón, departamento La Paz, provincia de Entre Ríos) ejerce desde hace más de medio siglo la profesión de periodista, escritora, docente e investigadora como “testigo, víctima y cronista de una América Latina convulsionada por las dictaduras y los movimientos de liberación”, representa unos de los más altos puntos de compromiso intelectual con los procesos políticos y sociales de los pueblos de nuestra Patria Grande, la América del Sur.
Su trabajo profesional como corresponsal del Periódico la Jornada de México, Profesora Adjunta en la Cátedra de Cultura de la Paz y Derechos Humanos que dirige el Premio Nobel de la Paz (1980) Adolfo Pérez Esquivel en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Directora del Centro de Estudios sobre Terrorismo de Estado y Estrategias de Dominación, miembro del Consejo Directivo del Instituto de Espacio para la Memoria, Vicepresidenta del Movimiento por la Paz, la Soberanía y Solidaridad entre los Pueblos e integrante destacada de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad y otros organismos, la convirtió también en una persona que nos hermana con la mayoría de los pueblos latinoamericanos.
Su prolífica producción intelectual, volcada en numerosas publicaciones de América Latina, Europa y Estados Unidos, le han merecido el reconocimiento internacional, hasta convertirla en la periodista latinoamericana más premiada de su generación, y sus artículos son publicados en gran cantidad de medios y agencias de noticias del mundo entero.
Es la periodista latinoamericana que más jefes de Estado ha entrevistado a lo largo de su trayectoria, entre ellos a Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Luiz Ignacio Lula da Silva, Rafael Correa, Daniel Ortega, Salvador Allende, Omar Torrijos, James Carter, Yaser Arafat, Muamar Khadafi y Felipe González, entre otros, y con muchos de ellos, esa relación de trabajo profesional se convirtió con el tiempo en una relación de amistad y respeto recíproco.
Sus investigaciones sobre el Plan Cóndor plasmadas en su obra “Los años del Lobo: Operación Cóndor”, constituye un aporte central para descubrir la coordinación represiva ilegal de las agencias de Inteligencia de las últimas dictaduras del Siglo XX en el Cono Sur. Es el mismísimo Fidel Castro (con quien la une una gran amistad desde 1968) quien sostiene (ver diario Página 12, el 25 de noviembre de 2008) que “Es la denuncia más objetiva y detalladamente documentada que hasta hoy he leído, insuperable en su estilo y elocuencia…”.
Stella viene advirtiendo con meridiana claridad -desde hace más de veinte años- sobre los nuevos mecanismos de Guerras de Baja Intensidad como una nueva forma de contrainsurgencia puestas en acción junto con las políticas surgidas del Consenso de Washington, con el objetivo de mantener a la región bajo control y anticipa: “Estamos ante una opción en este siglo XXI, entre la recolonización o la independencia definitiva. Aunque parezca mentira, estamos reviviendo elementos del siglo XIX”.
Algunos de sus libros fueron prologados por notables figuras, “El hombre que fue yacaré”, por Juan Gelman, “Evo en la mira. CIA y DEA en Bolivia”, por el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y por el propio Evo Morales y hasta una reciente publicación sobre su vida (“Stella Calloni íntima, una cronista de la historia”) es distinguida con el prólogo escrito por Fidel Castro donde -entre muchos elogiosos conceptos- dice: “Stella es, inobjetablemente, una reconocida especialista de la comunicación; desentraña los objetivos de la guerra mediática como parte de la contrainsurgencia, la invasión silenciosa y la desinformación convertida en arma de guerra. Su testimonio es magisterio incuestionable para los entendidos y estudiantes de esa materia”.
Es considerada por muchos como la mayor experta en asuntos latinoamericanos y de oriente medio y ella no titubea en afirmar “Tenemos que descolonizar la cultura y enfrentar al periodismo mentiroso”.
En gran parte de los países de América Latina es considerada como “una maestra del periodismo con mayúsculas”… y que “lo mismo ocurre en Argentina dentro del circuito de colegas que la reverenciamos, aunque los medios hegemónicos se hayan encargado de ocultarla a ella y a sus investigaciones, que tienen carácter histórico” (Roberto Caballero, Tiempo Argentino, 12 de enero de 2014).
Cuenta con casi treinta premios nacionales e internacionales que la convierten en una de las personalidades entrerrianas más galardonada en la historia de la provincia.

* Biografía cedida por José María Blanco - Titular de la Editorial Entre Ríos

http://www.latrovadigital.com/index.php/mauricio-macri-al-mejor-estilo-de-joseph-goebbels/

miércoles, 30 de diciembre de 2015

¿Quiénes fueron los temidos Pueblos del Mar?


Un breve acercamiento a las hipótesis que hablan de estos navegantes del Mediterráneo Antiguo

Batalla del Delta entre Ramsés III y los Pueblos del mar en el siglo XII a. C. Templo de Medinet Habu, Tebas
El origen de los Pueblos del Mar es tema de continuo debate. Las evidencias señalan que fue un grupo heterogéneo de diferentes poblaciones venidas de distintos lugares del Mediterráneo, aunque con una actividad común: el dominio del mar, ya que todos ellos se dedicaban al mercenariado y a la piratería, estaban dispuestos de buenas armas y buscaban lugares donde sacar el mayor provecho y asentarse.

Esta amalgama de grupos humanos no dejó apenas indicios escritos, ni ellos ni las comunidades vecinas que acabaron por invadir, únicamente las civilizaciones egipcia e hitita hacen referencia a este pueblo y siempre de forma negativa, pues eran los invasores, los destructores que venían de los mares.

Si bien es difícil situar la procedencia exacta de cada grupo que conformó a los Pueblos del Mar, sí se tienen identificados a los distintos clanes o tribus:

- Sherden: los vestigios documentales egipcios hablan de ellos, calificándolos de mercenarios que actuaban tanto del bando egipcio como en su contra.

- Lukka: de ellos se tienen referencias tanto en fuentes egipcias como hititas. Se conoce que fueron piratas y mercenarios y parece que existe un acuerdo en cuanto a su origen, sur de Anatolia y Chipre.

- Tursha: las alusiones egipcias a este grupo humano los ubican en la antigua Troya. Tras la derrota con los micénicos salen al Mediterráneo para finalmente dispersarse.

- Akawasha: gracias al respaldo de las fuentes hititas, parece acertado colocarlos en el oeste de Anatolia.

- Shekelesh: de ellos existen las referencias más escasas. En los jeroglíficos egipcios aparecen muy poco, si bien parece correcto calificarlos de mercenarios.

- Peleset: aparecen en las fuentes egipcias y se les identifica como “enemigos invasores”. Son, además, los filisteos que se nombran en la Biblia.

- Tjeker: las alusiones a este pueblo por los egipcios los sitúan en condiciones muy similares a los Peleset: tienden a colocar su origen en Troya y su destino en Palestina, junto a los filisteos.

- Denyen: según las fuentes hititas, son de origen Anatolio aunque siempre con discrepancias. Practicaban también elmercenariado.

- Weshesh: el último grupo por mencionar de los Pueblos del Mar son también identificados con un origen troyano. El destino final fue, de nuevo, Palestina.

El continuo avance de los Pueblos del Mar entre los siglos XIII y XII a. C. fue como consecuencia del declive del mundo conocido hasta ese momento, obligando a sus gentes a emigrar para poder conseguir tierras mejores y poder asentarse, quizá huyendo de la hambruna, de las guerras micénicas, o quizá, del hundimiento minoico. Entraron en guerra con Egipto durante el reinado de Ramsés II y después, con Ramsés III y las batallas del Delta del Nilo y la batalla terrestre contra los filisteos.

También existió guerra en Palestina con evidencias arqueológicas nefastas acerca de destrucción completa de ciudades. Las convicciones generalizadas apuntan a que la caída de Ugarit fue a causa de los Pueblos del Mar, pues se hallaron cartas que hablan de la inminente destrucción de la ciudad hacia el 1.175 a. C. y donde aparece el último rey de Ugarit, Hammurapi.

Las consecuencias de estas invasiones (junto con otros factores) fueron devastadoras: fin del imperio hitita, pérdida casi total de la civilización micénica, destrucción completa de ciudades situadas en Asia Menor como Ugarit, Tarso o Hattusa, y Egipto tuvo que abandonar todas sus posesiones en Asia Menor para poderse defender, convocando Ramsés III a todos sus hombres para la contienda. Las evidencias arqueológicas han encontrado un estrato de cenizas correspondiente a dichas ciudades destruidas y a dicha época, pues los Pueblos del Mar arrasaban quemando, literalmente.

El fin de la actuación de los Pueblos del Mar responde a la hipótesis de que acabaron por asentarse en nuevas tierras, sobre todo después de combatir con los ejércitos de Ramsés III y donarles éste ciertos territorios con el objetivo de que cesara la continua confrontación.

Se podría decir que la acción de los Pueblos del Mar fue principalmente destructiva, o al menos esto es lo que se deduce de lasescasas fuentes que se han ido mencionando. Sin embargo, es posible que sin su intervención algunas de las grandes civilizaciones posteriores o no habrían nacido o lo habrían hecho de un modo muy distinto, porque tras la caída de Minos, Micenas o Troya, la tierra que correspondería posteriormente a la Magna Grecia se fue recuperando y acabó resurgiendo de sus cenizas cual Ave Fénix.

Imagen| Wikipedia


http://www.antrophistoria.com/2015/12/quienes-fueron-los-temidos-pueblos-del.html?m=1

Lyndon LaRouche y la “Nueva Amenaza Roja”

30 de noviembre del 2002
Vuelven las oscuras golondrinas

Lyndon LaRouche y la “Nueva Amenaza Roja”
Wilson García Mérida
Datos & Análisis
Enemigo declarado de Rigoberta Menchú, ideólogo del Pentágono, negociante privado de servicios "anti-terroristas" y socio de Sun Myung Moon, LaRouche es el "líder espiritual" de una emergente camada de funcionarios de la CIA que encabezan las misiones diplomáticas de Estados Unidos en busca de militarizar el mundo
En el último año, asegura James Petras en su ensayo "Cómo funciona el Imperio", la política y la diplomacia de Estados Unidos respecto al Tercer Mundo se han desarrollado bajo una lógica de conquista militar, con amenazas de guerras regionales y un aumento masivo de operaciones de inteligencia y militares clandestinas.
La guerra y ocupación de Afganistán, el inminente ataque sobre Irak, el fallido golpe militar en Venezuela, la aplicación cerrada del Plan Colombia, la venta de aviones y misiles a Chile y, recientemente, los sabotajes para romper el diálogo de los cocaleros y el gobierno en Bolivia, son hechos que confirman que la vía militar norteamericana tiende a imponerse en esta parte del Hemisferio.
La nueva política expansionista norteamericana, que tomó un inusitado impulso tras los atentados del 11 de Septiembre, se desarrolla a través de una casta emergente de funcionarios diplomáticos y militares que actúan como peones de ajedrez en el tablero mundial del Imperio. Estos "operadores" que cumplen misiones planificadas por el Departamento de Estado, la CIA y el Pentágono, están vinculados, además, con poderosas corporaciones y empresas privadas dedicadas al tráfico de armas y venta de "servicios" de Inteligencia, seguimiento y asesoramiento "antiterrorista" en aquellos países donde actúa la millonaria cooperación militar norteamericana.
Uno de los hombres más importantes en este esquema de militarización de la política mundial es el economista Lyndon LaRouche, socio de Sun Myung Moon y principal "padrino" de personajes como Otto Reich, Gary Speer, Donald Rumsfeld, Edwin Meese, Robert Gelbard, etcétera.
La red LaRouche - Moon o la derecha ultra asistémica
A fines de los 70, estando en plena vigencia esquemas como el Plan Cóndor, Lyndon LaRouche ganó fama y fortuna como ideólogo y artífice de la llamada "Iniciativa de Defensa Estratégica" (IDE), adoptada por Ronald Reagan para crear, en el caso latinoamericano, un ejército supranacional bajo la batuta del Pentágono a través del Comando Sur.
La IDE no alcanzó a consumarse debido a los aires democratizadores que refrescaban el enrarecido clima político en los países del Sur, a partir de 1982, con la caída de regímenes como el de García Meza en Bolivia, la transición de Figueiredo en Brasil o la tragedia argentina de las Malvinas.
El interés oculto de LaRouche por la Iniciativa de Defensa Estratégica era la posibilidad de entablar jugosos negocios con los regímenes militarizados que Reagan no pudo conservar en esa coyuntura. El boletín "The Public Eye", elaborado por Political Research Associated, revela en uno de sus reportes que, asociado con el coreano Sun Myung Moon, Lyndon LaRouche creó en 1980 una red para brindar servicios de seguimiento y eliminación de activistas ligados a lo que éstos denominan la "Nueva Amenaza Roja".
En 1986, durante un concilio ultraderechista de fundamentalistas cristianos (organizada conjuntamente por la secta Moon y la organización racista negra del reverendo James Bevel), LaRouche proclamó que no hay manera de erradicar el Sida en el planeta sino "matando homosexuales en las calles a golpe de palos de béisbol".
La nueva "Amenaza Roja" en la paranoia de LaRouche
En el imaginario esquizofrénico de Lyndon LaRouche, que adopta la doctrina de la secta Moon según la cual "todo hombre con poder político es un elegido de Dios" ("Imago Dei"), la "Nueva Amenaza Roja" contra la civilización cristiana está representada por líderes indígenas como Rigoberta Menchú o Evo Morales.
Para LaRouche, "Rigoberta es una mujer del infierno en lo esencial". En 1982, casi una década antes al Premio Nobel de La Paz otorgada a la heroína guatemalteca, LaRouche sugirió al presidente mexicano López Portillo, su amigo y mentor, la eliminación física de Menchú, a quien el fanático norteamericano sindicaba de encabezar una "conspiración maya y azteca contra los valores cristianos". En una entrevista publicada en abril de 1993, Lyndon LaRouche afirma: "Es difícil encontrar un sacerdote azteca tan malvado como Rigoberta Menchú; es la clase de mujer capaz de arrancar el corazón de sus semejantes".
Helga Zepp, esposa de LaRouche, vinculada a un poderoso grupo neofascista de Wierbaden, Alemania, afirmó en Argentina, durante el acto de creación del "Movimiento de Solidaridad Iberoamerica" (mayo del 90), que las democracias corrompen a la humanidad y que "todas las instituciones del oligarquismo y del sistema de Versalles deben ser destruidas y reemplazadas por instituciones que representen los verdaderos intereses de la raza humana".
En 1984, Henry Kissinger emprendió una campaña para proscribir a estas fuerzas "antisistémicas" del escenario político norteamericano, logrando, a partir de una investigación federal que estableció turbios manejos financieros ligados a la droga y al tráfico de armas, el procesamiento de Sun Myung Moon y el encarcelamiento de Lyndon LaRouche, quien cumplió su sentencia entre 1989 y 1994. Pero después de los atentados del 11 de Septiembre del 2001, LaRouche y Moon, y alrededor de éstos una casta de "diplomáticos" formados en la CIA, resultan fichas indispensables para el éxito del nuevo expansionismo norteamericano.
El suculento negocio de la erradicación de cocales
El reporte de "The Public Eye" revela que la red LaRouche - Moon compite en un mercado que florece después de los atentados del 11 de Septiembre, donde grupos privados de espionaje, seguridad, inteligencia y otros "servicios" de contrainsurgencia se disputan el acceso a millonarios programas de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. LaRouche tiene vasta experiencia en el rubro; aunque su competidor Jhonn Rees denunció que en una operación encubierta en la ex Yugoslavia, para la que fue contratado por Reagan en los ochenta, LaRouche pactó con traficantes de heroína para beneficio propio.
Algunas firmas conocidas en este libre mercado de mercenarios son, además de LaRouche y Rees, Ryan Quade Emerson, asociado al nefasto ex fiscal Edwin Meese, Church League of América, Dyn Corp, Military Professional Resources Inc., Northrop Gruman, Aviation Development Corporation y Eagle Service Tecnology (ESTE). Gran parte de estas empresas son "contratistas" del Departamento de Estado para actuar en acciones de seguimiento, inteligencia e instrucción de las tropas colombianas. ESTE, por ejemplo, es la encargada de utilizar herbicidas aéreos para erradicar cocales. Dyn Corp, la operadora principal del Plan Colombia, obtendrá una ganancia de 200 millones de dólares en cinco años de "contrato anti-terrorista".
LaRouche está interesado en intervenir en la erradicación militarizada de cocales en el Chapare, y al parecer mantiene ya contactos, vía Embajada, con importantes autoridades políticas y militares de Bolivia. Según "Public Eye" el principal representante de LaRouche en Sudamérica, Jeff Steimberg, especialista en seguridad, estuvo en La Paz y Santa Cruz a fines de julio para hacer los amarres necesarios.
En marzo de 1985, LaRouche expuso las bases de su "estrategia" de guerra al narcotráfico, definiendo a este fenómeno como un "enemigo militar" de la civilización. Es una guerra, precisaba, "que debemos librar con las armas de la guerra".
En la "estrategia" ideada por LaRouche no está oculto el interés real de este ideólogo de la guerra: intervenir en el negocio de la venta de armas y de "asesoramiento" en tareas de inteligencia y represión. Bajo la jurisdicción del mando común, escribió LaRouche, "se creará una entidad central de inteligencia contra el narcotráfico, que funcionará a la manera de un estado mayor general, en sus aspectos de inteligencia y planeación", y en ese marco garantiza también la libertad de acción de los mercenarios, fijando "normas que gobiernen las actividades de extranjeros encargados de aportar servicios y asistencia técnica en territorio soberano de cualquier miembro de la alianza".
La idea "coca cero" ya estuvo en la mente de LaRouche hace 17 años, cuando definió que el primer objetivo de esta guerra es "erradicar en las Américas todo cultivo no autorizado de marihuana, coca o amapola".
El Instituto Schiller y sus operaciones encubiertas
Tras el encarcelamiento de LaRouche a fines de los ochenta, su esposa Helga Zeep fundó el Instituto Schiller, una organización encubierta que canaliza los recursos financieros de esta familia hacia actividades políticas reaccionarias en el mundo entero.
El Instituto Schiller concentra sus actividades para Sudamérica con sedes muy activas en Buenos Aires, Montevideo, Asunción y Brasilia. En Argentina promueve abiertamente las actividades del movimiento "Nueva República" del coronel Mohamed Alí Seineldín, recluido en la Prisión Militar de Campo de Mayo tras el frustrado golpe de Estado que encabezó en La Tablada el 3 de diciembre del 91. Seineldín fue un implacable oficial adherido a la Logia Triple A que exterminó a los adversarios del dictador Videla. LaRouche lo postula hoy como "representante del pueblo argentino ante el FMI para negociar la moratoria de la deuda externa".
El Instituto Schiller de Lyndon LaRouche y la secta del reverendo Moon han consolidado su presencia en los principales países del Mercosur. El pasado 14 de junio el municipio de Sao Paolo declaró a LaRouche "ciudadano meritorio paulistano"; y en Asunción comenzaron a intensificar sus campañas de proselitismo "institucional" bajo la cobertura indisimulada del Embajador norteamericano en Paraguay; ¿saben quién?: mister David Greenlee, a la sazón el nuevo Embajador designado para Bolivia.
Junto con Greenlee, los principales funcionarios norteamericanos encargados de hacer cumplir los designios del Imperio en el mundo resultan ser los alumnos aplicados de Lyndon LaRouche. Otto Reich, Donald Rumsfeld y Gary Speer, por ejemplo, son miembros honorarios de la Fundación Schiller e integrantes activos de la secta Moon.


http://www.rebelion.org/hemeroteca/imperio/larouche301102.htm

lunes, 28 de diciembre de 2015

Nunca Mas y CONADEP

El actual ministro de Justicia y Derechos Humanos, Germán Garavano, es colaborador de la ONG FORES (Foro de Estudios sobre la Administración de Justicia), según puede verse en el sitio de internet de dicha organización (un CV de Garavano que está en internet consigna su participación en actividades de FORES desde 1997). En el sitio de la ONG se lee también que FORES fue "fundada hace más de 30 años por un grupo de abogados independientes, que buscaban una justicia eficaz y transparente al servicio del ciudadano". La fecha precisa de fundación no se aclara. Lo cierto, es que FORES se fundó en 1976 para colaborar con la justicia de la dictadura y defendió a sus jueces cuando, ya en democracia, la CONADEP señaló la complicidad judicial con las prácticas del terrorismo de Estado.
En marzo de 1985 FORES publicó el libro "Definitivamente... Nunca Más (La otra cara del informe de la CONADEP)" (encontré algunas imágenes del libro en internet, tapa, contratapa e índice), donde se cuestiona el trabajo de la CONADEP y se relativiza la responsabilidad militar en los crímenes de la dictadura.
Allí puede leerse, por ejemplo:
“Cuando un muchacho presuntamente complicado con la subversión es arrancado de su casa por un grupo armado y luego acribillado a balazos en un zanjón, la conclusión es simple y sencilla para quienes piensan como la Conadep: el asesino material ha sido uniformado y los autores ideológicos han sido quienes organizaron ese método para combatir a la subversión. Si esta es la conclusión que se pretende imponer a los argentinos pensamos que se nos considera muy ingenuos. Hoy vemos muchachos que dan sus primeros pasos en la guerrilla, comenzando a escribir en las paredes consignas terroristas. El día de mañana morirán abatidos por las fuerzas de seguridad. ¿Estos solos serán los asesinos? ¿Los maestros que envenenan sus cerebros, ninguna responsabilidad comparten?”
Algunos datos sobre FORES en este artículo:http://www.pagina12.com.ar/d…/elpais/1-36438-2004-06-08.html
Esta es la información del libro que figura en el sitio de FORES:http://www.foresjusticia.org.ar/Publicacion-detalle.asp…
Aquí una nota de La Nación sobre la reforma judicial propuesta por FORES este año. Este proyecto estaba dirigido por Garavano, ya entonces ex fiscal general de la CABA y ex director de FORES:http://www.lanacion.com.ar/1778654-fores-propone-una-reform…
Aquí, en la página de facebook de FORES, las felicitaciones a Garavano por su nombramiento como ministro de Justicia y DDHH: "Confiamos que su capacidad técnica y su compromiso serán claves para lograr la reforma judicial por la que tanto hemos bregado":https://www.facebook.com/ForesArgentina/photos/pb.490061251080298.-2207520000.1451239661./921606037925815/?type=3&theater
Por último, un CV de Garavano (es de 2006, no encontré ninguno más reciente), donde se consignan varias actividades en FORES desde 1997, como disertante, en publicaciones y en la dirección de proyectos. En la página 12 del CV se consigna además que fue DIRECTOR ACADÉMICO de FORES entre 1998 y 2000:  http://www.buenosaires.gob.ar/areas/seguridad_justicia/justicia_trabajo/tribunal_superior/cv/cv_garavano_german_carlos.pdf





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viernes, 25 de diciembre de 2015

Ddatos curiosos sobre la Biblia

lunes, 21 de diciembre de 2015

¿Es la historia, la verdad?

Desde la sociedad esclavista hasta el presente, en la realidad social han interactuado e interactúan hombres que se confrontan en términos económicos, políticos, ideológicos, culturales, etcétera, que, por lo mismo, la conciben a partir de sus propios intereses.

Historia y verdad
Historia y verdad
Por Manuel Moncada Fonseca. Teoría del conocimiento, “Historia Verdadera” y neutralidad político-ideológica

I. Soberanía, no soberanía, limitación e ilimitación del pensamiento y conocimiento humano

Antes de hacer referencia a lo que se ha llamado “Historia Verdadera” como algo que se revela de una vez y para siempre, haremos una breve referencia a la concepción leninista del conocimiento humano y su capacidad cognoscitiva.
Lenin exponía que el pensamiento humano es, al mismo tiempo, soberano y no soberano, y su capacidad cognoscitiva limitada e ilimitada. Soberano e ilimitado por su naturaleza, vocación, posibilidad y meta histórica final; y no soberano y limitado por la ejecución concreta y “la realidad de cada caso.”
Por su naturaleza, expone, el pensamiento humano puede proporcionar y proporciona la verdad absoluta, pero la “que resulta de la suma de verdades relativas”, y no aquella que nace de una apreciación errónea de la realidad objetiva, derivada, a su vez, de una comprensión metafísica de la misma.
Y siguiendo a Engels y a Dietzgen, añade: “…para el materialismo dialéctico no hay una línea infranqueable de demarcación entre la verdad relativa y la verdad absoluta.” [1].
Para que las cosas queden completamente claras y no se presten a equívocos innecesarios, sostiene: “La dialéctica materialista de Marx y Engels comprende ciertamente el relativismo, pero no se reduce a él, es decir, reconoce la relatividad de todos nuestros conocimientos, no en el sentido de la negación de la verdad objetiva, sino en el sentido del condicionamiento histórico de los límites de la aproximación de nuestro conocimiento a esta verdad.” [2]
El relativismo del que habla Lenin no guarda relación alguna con aquella máxima de Protágoras que reza: “El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en tanto que son, y de las que no son en tanto que no son”. Es que el hombre al que Protágoras hacía referencia no era el hombre en general, como género humano, sino el hombre particular. De ahí que, según este filósofo de la escuela sofista, toda verdad es absolutamente relativa a cada hombre por separado. Más aún, al concebirla de esa forma, no la comprendía como reflejo del mundo real, cuya objetividad no negaba, sino como derivada de cada sujeto. [3]
El conocimiento y su capacidad cognoscitiva son productos históricos. Se les debe contemplar, consecuentemente, en movimiento y en dependencia de cada momento histórico. Viéndolos en un momento dado, resultan no soberanos y limitados; viéndolos en perspectiva resultan soberanos e ilimitados. Lo primero nos remite a la verdad relativa, la valedera para cada momento histórico; lo segundo, a la verdad absoluta que deriva de un pensamiento que junto al avance de la sociedad, lejos de estancarse y quedarse en una época, va reflejando dinámica y dialécticamente dicho avance y, gracias a ello, garantiza su perenne desarrollo, volviéndose soberano e ilimitado.

II. ¿Existe la Historia Verdadera?

La “Historia Verdadera” que se promete para cada nueva ocasión, es un completo desacierto, una vana pretensión, justamente porque cada vez que se asoma aparece negando rotundamente al conjunto de historias anteriores. Hay en ella, así, algo sospechoso que hace imaginar todas las historias concebidas como falsas. Mas, asumir esto sería profundamente erróneo, porque entonces no habría nada orientando nuestros pasos, y caminaríamos por completo a ciegas, hacia el abismo.
Dichosamente, la realidad, siendo multifacética y compleja, nos conduce, al someterla a estudio constante, más allá de estos planteos; muestra la dialéctica evolutiva de los procesos de la naturaleza, así como los de la sociedad y del pensamiento humano. En este sentido, la experiencia alecciona al ser humano, le muestra lo correcto o lo incorrecto de su proceder, aunque estos términos sean relativos.
Una advertencia necesaria
Siguiendo esta misma línea, aunque advertía que la acción depredadora del hombre sobre los recursos del medio ambiente provoca, tarde o temprano, la “venganza” de la naturaleza, Engels aportaba la solución para evitar que ello siguiera ocurriendo: se requiere, escribía, no sólo el conocimiento, sino también “transformar totalmente el régimen de producción vigente hasta ahora y, con él, todo nuestro orden social presente.” [4]
Esta reflexión de Engels nos parece muy a tono con la realidad que se vive en el mundo actual, amenazado, entre otras cosas, por el calentamiento global, el descongelamiento de los polos y glaciares, el agotamiento de los recursos energéticos; provocado, todo ello, por la irracionalidad consumista y productivista del sistema capitalista global; así como por su naturaleza profundamente explotadora, expoliadora, violenta e inhumana.
De esta suerte, salvar a la naturaleza y a todo lo viviente sobre nuestro planeta y, consecuentemente, poner a la misma al servicio de toda la humanidad, teniendo como premisa esencial la convivencia armónica con ella, requiere no sólo conocer lo que acontece en la misma y en la sociedad, hace falta, además, acabar con lo que, eufemísticamente, se llama sistema de libre empresa: el capitalismo.
Una expresión de agradecimiento
Mostrando una comprensión clara de la evolución dialéctica del conocimiento humano, en verdad por completo contrapuesta a la “Historia Verdadera” dada de una sóla vez, Aristóteles admitía la justedad de agradecer no sólo a los que emiten opiniones que se pueden compartir, sino también hacia los que siendo más superficiales, de todos modos, aportaron algo: su ejercicio preliminar preparó “nuestra capacidad de conocer. De hecho, de no haber aparecido Timoteo, no tendríamos gran parte de nuestra poesía lírica, y de no haber aparecido Frinis, tampoco habría aparecido Timoteo. Precisamente así ocurre con los que se pronunciaron en torno a la verdad, de ellos tomamos algunas doctrinas; otros fueron causas de que éstos aparecieran.” [5]
Como puede percibirse en las palabras de Aristóteles, gracias al esfuerzo de generaciones pasadas, el conocimiento se va acumulando y renovando gradualmente. Pero, además, aunque todo aprendizaje humano se somete al binomio ensayo-error, la relación opuesta entre la verdad y el error no es absoluta, salvo, como plantea Engels, dentro de un campo muy limitado. Significa que, colocadas fuera de este campo, dichas categorías lógicas se vuelven relativas y se transforman una en otra. [6] De esta forma, lo que es verdadero en un momento dado, en otro resulta falso, y viceversa.
¿Por qué la historia no puede ser en sí ni verdadera ni neutral?
La Historia no es, ni puede ser, concebida como absolutamente verdadera, no sólo porque siempre deba comprendérsele en un momento dado en el que, además, está de por medio el hecho que cada investigador que la somete a estudio se ve imposibilitado de abarcarla en todos sus aspectos [7], sino también porque, desde la sociedad esclavista hasta el presente, en la realidad social han interactuado e interactúan hombres que se confrontan en términos económicos, políticos, ideológicos, culturales, etcétera, que, por lo mismo, la conciben a partir de sus propios intereses. Significa que, aunque las posiciones maniqueas no deben ir de la mano del historiador, esto no atañe forzosamente a la posición político-ideológica que posea, la cual determina, en gran medida, su forma de concebir la historia. [8]
Y por más vueltas que se le quiera dar al asunto para encontrar a un estudioso del pasado adoptando un plano neutro, un esfuerzo semejante resulta siempre inefectivo y, además, reaccionario, porque pretende forzar una sóla visión del pasado o enredar las cosas, negando la posibilidad de conocerlo y, sobre todo, de transformar radicalmente el presente, lo que igualmente responde a una posición de clase. Propiamente, la de una clase, la burguesía local e internacionalmente contemplada, que le teme al futuro porque no ve en él la continuidad de su inmenso poder actual, preservado con engaños, demagogia, corrupción de toda índole y, sobre todo, con la violencia y el terror crecientes que impone a los pueblos del mundo, lo que incluye el exterminio masivo de personas. Esto último a partir, como acota Manuel Freytas, de que las “masas, que se multiplican por las periferias de Asia, África y América Latina, no reúnen los estándares del consumo básico (supervivencia mínima) que requiere la estructura funcional del sistema [capitalista] para generar rentabilidad y nuevos ciclos de concentración de activos empresariales y fortunas personales.” [9]
Estamos, así, ante una historia que posee y poseerá siempre naturaleza objetivo-subjetiva; lo que nos coloca frente a su carácter contradictorio y a su complejidad, en tanto que en ella confluyen un conjunto de factores disímiles en los que juega lo objetivo y lo subjetivo; lo verdadero y lo falso; las condiciones circundantes y la influencia recíproca que el género humano ejerce en ellas; lo que motiva a las personas a pensar u obrar de un modo u otro; lo que las conduce a la verdad o la mentira; los diversos sentimientos que en ellas afloran; lo que las impulsa a la acción o a la inacción y el sentido u orientación que éstas posean; los valores que sustentan de uno u otro signo; las versiones que poseen sobre los acontecimientos que las rodean, etc. Al historiador debe interesarle todo esto y más.
En esta línea, Antonio Torres Montenegro sostiene: “Las diversas fuentes ya no se estiman fuentes verdaderas o falsas del pasado. Mas bien representan la forma en que grupos determinados, segmentos y clases sociales se permitieron pensar, sentir, soñar, desear, determinados acontecimientos, algunas experiencias, ciertos períodos.” [10]
De esta suerte, plantearse como meta la confección de una “Historia Verdadera”, lejos de permitirle al que la asume alzarse en un plano científico, lo conduce al inmovilismo. Y su estudio pierde sentido y fuerza real. En otras palabras, al historiador le interesa estudiar, o le debe interesar -si quiere en verdad hacer historia-, conocer las diversas versiones que alrededor de uno o más hechos históricos tenga a su alcance.
Sólo así puede, en verdad, hablar con propiedad sobre aquéllos hechos que convierte o convierta en su objeto de estudio; mas no para salir con la necedad de que ha llegado a revelar la “Verdadera Historia” como tal, sino para acercarse a esa verdad histórica que no está anclada en un sólo momento, sino distribuida en el horizonte ininterrumpido de la evolución social; y a sabiendas de que su versión del pasado, o del mismo presente, responde siempre, de una u otra forma, a uno u otro interés de clase.
Considerando lo anterior, es ingenuo pensar que la historia se escribe, difunde y enseña con un propósito culturalista; como respondiendo a un fin en sí mismo y sin conexión alguna con la contemporaneidad. Es poco lo que se hace por ella cuando se le enfoca de esta forma o cuando responde, digamos, a un mero proyecto de desarrollo comunal si la fuerza que financie su estudio la obliga a desenchufarse del fondo nacional, regional o mundial y de las contradicciones que en él se desenvuelven.
Como puede percibirse, no tiene objeto presentarse ante el público como historiador de lo verdadero en sí mismo; como científico social por completo objetivo, absolutamente profesional y, por ende, por encima del bien y del mal. No debe soslayarse que la misma moral debe entenderse de acuerdo a la época histórica y a los intereses de clase sustentados.

III. ¿Qué hay detrás de cada “Historia Verdadera”?

Bernal Díaz del Castillo y su Historia Verdadera de la conquista de Nueva España
Bernal Díaz del Castillo (1496-1584), cronista de la época colonial, prometió presentarle al público de todos los tiempos, si partimos del nombre que diera a su obra, la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España (hoy México), publicada póstumamente en 1632. Sin embargo, lo que en verdad lo movió a narrar la conquista de este territorio americano no fue, en modo alguno, la intención de ofrecer los hechos acaecidos como verdades absolutas que, de fondo, es la pretensión que se escuda tras lo que se denomina “Historia Verdadera”, sino como él mismo confiesa:
“Mi intento desde que comencé a hacer mi relación no fue sino para escribir nuestros heroicos hechos e hazañas de los que pasamos con Cortés, para que agora se vean y se descubran muy claramente quiénes fueron los valerosos capitanes y fuertes soldados que ganamos esta parte del Nuevo Mundo y no se refiera la honra de todos a un solo capitán; porque no hay memoria de ninguno de nosotros en los libros y memorias que están escritos, y sólo el marqués Cortés dicen en esos libros que es el que lo descubrió y lo conquistó, y los capitanes y soldados que lo ganamos quedamos en blanco, sin haber memoria de nuestra personas y conquistas, que por sublimar a un solo capitán quieren deshacer a muchos.” [11]
En este sentido, su Historia de la conquista de México fue contrapuesta a la escrita por Francisco López de Gómora, Historia General de las Indias, en la que este otro cronista se desata, según Bernal Díaz del Castillo, en alabanzas a Hernán Cortés “y calla y encubre” “las hazañas de los soldados”. Días del Castillo “escribió una Historia verdadera como prueba de sus servicios a la corona, para así exigir recompensas.” [12]
Las razones de Squier para atacar la influencia inglesa en América Latina
Ejemplo muy ilustrativo de lo expresado en torno a las razones de fondo por las cuales una o más personas actúan de un modo distinto al que prometen o parecen declarar, nos lo da George Squier (1821-1888), quien a mediados del siglo XIX estuvo en Nicaragua como primer diplomático de Estados Unidos en nuestra nación. Squier estimaba que “los desórdenes ocurridos en las repúblicas hispanoamericanos no deben imputarse tanto a las insensatas pasiones de su propia gente como a la injerencia extranjera, y a las adversas circunstancias que las rodean” [13], lo que contrasta con la posición sostenida, por ejemplo, por el conservador Carlos Cuadra Pasos, quien atribuía a los conflictos internos la causa esencial de las desgracias de la nación nicaragüense. [14]
Squier atacaba la influencia inglesa en Centroamérica, particularmente en la Costa Atlántica de Nicaragua, en la que súbditos de Inglaterra se arrogaron el derecho de asumir funciones municipales y administrativas. Pero lo hacía porque defendía la idea de que fuera su país el que estableciera su influencia en el ámbito del continente americano.
En nombre de Estados Unidos, criticaba a Inglaterra su injerencia en Latinoamérica, pero, ¿los “principios” de los cuales se valieron los ingleses para apoderarse de la Costa Atlántica de Nicaragua no fueron, acaso, los mismos que, unos años después de la visita de Squier, esgrimiría William Walker para ocupar Nicaragua y proclamarse su presidente con el apoyo de las administraciones estadounidenses de Pierce y Buchanan? [15]
¿Cuál era, pues, el trasfondo de la crítica de Squier al dominio inglés sino el hecho real de que Inglaterra le disputaba a Estados Unidos el dominio en América Latina?
Una precisión
Ahora bien, hay que distinguir entre la falsificación o la autenticidad de un hecho histórico particular y un proceso histórico -en el que se sumerge el primero-, que ya no tiene nada que ver con lo que ufanamente se estima “Historia Verdadera”.
Venga al caso una nueva ilustración de lo expresado:
Un cibernauta se queja en la red porque la película de Disney “Pocahontas” “nada tiene que ver con la verdadera historia de Pocahontas…” Aduce que Disney presenta a la princesa como alguien que permaneció al lado “de su pueblo y sus costumbres porque aquel era su sitio”, lo que, a su entender, no está en correspondencia con los hechos reales. [16]
Sin embargo, una cosa es la autenticidad o no de un hecho histórico particular, en este caso, el de si Pocahontas abandonó o no a su tribu, y otra, el proceso histórico de la conquista del territorio que sirvió de base a la conformación de lo que, a partir de su independencia, proclamada el 4 de julio de 1776, se comenzó a llamar Estados Unidos de América.
La valoración histórica de este proceso, en tanto que enfrentaba a una metrópoli y su colonia, se ha reflejado siempre como una valoración de muy diversos tintes político-ideológicos, lo que incluye versiones por entero contrapuestas. Pero acá las cosas no guardan relación alguna con una historia verdadera o con una falsa.
El hecho histórico particular puede estimarse verdadero o falso; en cambio, la historia, en la que se contienen múltiples hechos particulares que se entrelazan de manera compleja, no. Acá interviene ya no lo verdadero o lo falso, sino el enfoque, la interpretación de lo histórico, aunque la deformación de lo particular pueda responder a un interés, por lo común, político-ideológico
¿Qué empujó a Abraham Lincoln a abolir la esclavitud en EEUU?
Al igual que la independencia de Centroamérica en 1821 y la abolición del régimen de servidumbre en Rusia en 1861, la abolición de la esclavitud en EEUU en 1865, respondió a la voluntad política de los de arriba de impedir que semejante cambio fuera el corolario de una rebelión de los de abajo, en este caso, de los esclavos. Quiere decir que Abraham Lincoln (1809-1865), como revela el recién fallecido historiador estadounidense Howard Zinn, al decidir la manumisión de los esclavos no hizo sino responder a los términos de los blancos, y sólo cuando ello se constituyó en una exigencia de las necesidades económicas y políticas de la cúpula empresarial del Norte.
No debe así sorprender que el humanismo en Lincoln fuera simple retórica. En realidad, la abolición de la esclavitud no llegó a ocupar el primer lugar en su lista de prioridades. Y, aún y cuando admitía que la esclavitud era injusta y una mala política, consideraba que su abolición sería aún más perjudicial. En agosto de 1856, justamente después de que en campaña declarara que había que superar el racismo y unir a todos los estadounidenses como un sólo pueblo, declaró en Charleston, al sur de Illinois, que no estaba y nunca había estado “a favor de equiparar social y políticamente a las razas blanca y negra” y que tampoco estaba ni estaría nunca “a favor de dejar votar ni dejar formar parte de los jurados a los negros, ni de permitirles ocupar puestos en la administración, ni de casarse con blancos.” [17]
“Historia Verdadera” y positivismo
De fondo, la idea de una historia verdadera es de corte positivista.
Según Leopold Ranke (1795-1886), autor entre otras obras de Historia de los pueblos Romanos y Germanos (1.494-1.514), se debe recurrir a los documentos para saber, a ciencia cierta, lo que ha ocurrido. Para él, no existía “una teoría histórica, con esquemas previos que imponga el pasado”. Si de hablar se trata, planteaba, era el pasado y no el historiador el que debía hacerlo. A su entender, el compromiso del historiador es escribir la historia “como realmente fue”. No creyó así, supuestamente, “en teorías generales que pudieran cortar el tiempo y el espacio.”
Su planteo de que el historiador se limite a escribir la historia tal como es, deja a éste fuera de toda interpretación de la misma. “Pero ni la objetividad, ni la neutralidad, ni la imparcialidad son posibles de manera absoluta.” Ejemplo palpable de ello fue el mismo Ranke, no sólo porque seleccionara “los hechos más relevantes” o porque hiciera juicios de valor [18], sino también porque consciente y deliberadamente, como acusa Josep Fontana, identificaba los conceptos “estado” y “nación”, con lo que hacía reverencia al poder reaccionario y porque toda su obra la destinó a atacar a la revolución y las ideas progresistas. [19]
¿Quién ganó la Segunda Guerra Mundial?
Al historiador comprometido le interesa, desde luego, construir la historia en correspondencia plena con los hechos históricos acaecidos. Pero, como ya quedó expresado, una cosa es la veracidad de un hecho histórico particular y otra la interpretación que se dé al conjunto de hechos de un proceso histórico dado en el cual se inserta aquél.
Es un hecho suficientemente documentado que el ganador de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) fue la ex Unión Soviética y no EEUU. Mas este país y sus liados, sobre todo de Europa, se han empeñado y se empeñan en sostener lo contrario. Así las cosas, un documental en Power Point que ha circulado ampliamente en Internet, del conjunto de grandes personajes de este conflicto bélico, resalta la figura del general estadounidense D.D. Eisenhower (1890-1969), quien fuera entonces Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas. No casualmente, en la misma línea, ese documental presenta a los soldados estadounidenses como los grandes libertadores de Europa.
Respondiendo a esta visión de la Segunda Guerra Mundial, el cubano Felipe de J. Pérez Cruz, pregunta si fue Eisenhower el comandante supremo del Ejército Rojo, mismo que liberó las dos terceras partes de Europa, derrotó al Sexto Ejército Alemán el 1º de febrero de 1943, lo cual produjo el punto de inflexión que determinó el curso de toda la segunda guerra mundial; el que en el preciso momento en que se estaba abriendo (por cierto con mucha demora) el segundo frente (6 de junio de 1944), estaba arrojando “a los nazis de los últimos bastiones de resistencia en el suelo invadido de su patria”; el que conjuntamente con los guerrilleros de los países europeos que fueron ocupados por la Alemania hitleriana, liberaron Kiev, las estratégicas regiones de Odesa y Crimea, en Ucrania; las que vencieron a las fuerzas fascistas que ocuparon los países bálticos; lanzaron una ofensiva masiva al este de Bielorrusia, destruyeron el Centro del Grupo del Ejército Alemán y avanzaron hacia el oeste, hasta el río Vístula frente a Varsovia, en el centro de Polonia; combatían en Rumania y liberaron vastos territorios de Yugoslavia. Por si lo dicho fuera poco, el pueblo soviético sufrió unos 27 millones de muertos, 91,5 veces más que estadounidenses, 69 veces más que ingleses y 33,3 veces más que franceses. [20]

IV. Aníbal Ponce sobre la naturaleza clasista de la educación

No sólo la historia refleja posiciones clasistas determinadas, igual ocurre prácticamente con todas las ciencias sociales y las humanidades, así como con todo tipo de instituciones. Detengámonos brevemente en este tópico:
Aníbal Ponce (1898-1938), ensayista, psicólogo, profesor y político argentino [21], en su obra Educación y Lucha de Clases, demuestra que, a lo largo de la historia, la educación nunca ha sido un instrumento inocuo, alejado tajantemente de la confrontación entre las clases sociales y, por tanto, de los conflictos económicos, políticos, ideológicos y culturales que la expresan.
Sólo en la Comunidad Primitiva las cosas se definieron alejadas de la lucha de clases, porque la explotación del hombre por el hombre y el estado, como instrumento de dominio de una clase sobre otra, no existieron. En ella la educación respondía a las necesidades de todas las personas sin excepción: “la enseñanza era para la vida por medio de la vida”; los castigos durante el aprendizaje de los niños nunca se aplicaron; a ellos se les dejaba crecer con sus cualidades y defectos.
Durante el esclavismo, al esclavo se le educaba para obedecer ciega e incondicionalmente al amo. La comedia de Plauto, Los cautivos, sintetiza la educación al mismo con estas palabras, expresadas por un esclavo de confianza: “Un amo no se equivoca nunca; y hasta el mal que nos hace debemos encontrarlo bien”.
Durante el feudalismo, en las escuelas monásticas, únicas a las que podían concurrir las masas, el objetivo de la educación no consistía en enseñar a leer y escribir, en instruir, sino en familiarizar a los explotados en las doctrinas cristianas para inculcarles la docilidad y el conformismo.
La educación del hombre burgués mantuvo la tónica anterior desde el mismo nacimiento del modo de producción capitalista. “Al Señor Todo el Mundo -escribía Martín Lutero (1483-1546) refiriéndose al pueblo- se le debe empujar corporalmente a trabajar y a cumplir sus deberes piadosos, como se tiene a las bestias salvajes en prisión y encadenadas”. Por algo el protestantismo, del cual fue padre Lutero, como religión de la burguesía, llamaba a educar a las clases privilegiadas y a no abandonar a los explotados.
Voltaire (1694-1778), por su lado, como ideólogo de la alta burguesía, llamó al rey de Prusia a destruir la religión, a la que llamaba “superstición infame”, en la “gente de bien”, pero conservándola para “la canalla” [el pueblo] “indigna de ser esclarecida y para la cual todos los yugos son buenos.” Diderot (1713-1784), intérprete, a su vez, de los intereses de lo artesanos y obreros, estaba claro que la nobleza se había opuesto a la instrucción de los paisanos, porque es más difícil explotar al paisano alfabetizado que al analfabeto, anotaba.
Mas el desarrollo del capitalismo impuso más tarde la necesidad de instruir a las masas con el fin de que asimilaran las nuevas técnicas productivas aunque, por otro lado, la burguesía temió que esa instrucción las volviera “cada día menos asustadizas y opacadas”.
Ponce concluye que, históricamente, “la educación es el procedimiento mediante el cual las clases dominantes preparan en la mentalidad y la conducta de los niños las condiciones fundamentales de su propia existencia.” [22]
La “desideologización” de las Universidades de hoy
Obsérvese, así sea por encima, a muchas instituciones educativas del mundo y se constatará que responden, aunque se estimen apolíticas y desideologizadas, a los intereses de las grandes transnacionales y a los de los oligarcas locales correspondientes.
Muchas sueñan con volverse empresas, no dicen privadas, pero se trata exactamente de eso. Ciertas se privatizan abiertamente; otras lo hacen con disimulo.
Algunas enredan las cosas a partir, por ejemplo, de que las universidades cubanas establecen estrechos contactos con las empresas de su país, de indiscutible carácter socialista, para hacer lo propio en realidades donde las empresas son aplastantemente privadas.
Unas siguen al pie de la letra el Plan Bolonia, invención de las grandes transnacionales que busca mercantilizar la educación en todo el mundo [23]; otras se ven seducidas por sus postulados esenciales.
A muchísimas, les encanta la palabreja “competitividad”, ocurrencia del mercado para inculcar el individualismo en todo su esplendor y la guerra de todos contra todos, pero no lo perciben o no lo quieren percibir de esa manera.
Y, con todo, se empeñan en llamarse instituciones de educación superior alejadas de los asuntos políticos.

V. El periodismo y la neutralidad

Traemos ahora a colación el siguiente señalamiento que hace el periodista Pascual Serrano refiriéndose, justamente, al tema de la pretendida neutralidad, sólo que, en este caso, en el campo periodístico:
“El discurso de la neutralidad se utiliza inteligentemente desde los medios de comunicaciónneoliberales. Basta con observar los nombres con los que gustan denominarse en sus cabeceras: El Imparcial, Informaciones, ABC, La Nación , El Mundo, El País, La Razón. Todos son asépticos y neutrales, como desean que creamos que son sus contenidos. Su celo por aparentar ausencia de ideología les lleva incluso a prohibir a sus periodistas que tengan ideas hasta fuera de la redacción, en su vida privada.” [24]
Dos titulares de CNN, en su edición del 22 de abril llamaron nuestra atención:
Uno decía: “El misterio del asesinato de periodistas en Honduras”. Así, lo que para cualquier persona informada y sensible ante la suerte de los pueblos no puede verse como un misterio porque está claro de que es el régimen golpista el que está persiguiendo, encarcelando, torturando y asesinando a los representantes del pueblo hondureño, para CNN resulta un “misterio”. Igual proceder tienen los periodistas de la derecha en Nicaragua, quienes de forma olímpica declaran “superado” el golpe militar en Honduras.
Como denuncia Vicky Peláez, tan sólo en marzo, cinco periodistas que no pertenecían a la resistencia fueron asesinados por atreverse a denunciar la corrupción y la injusticia que reina en esta nación centroamericana. “Todos fueron acribillados en el interior de sus vehículos con AK-47 y Lobo dice que fue ajuste de narcotraficantes.” [25]
¿Habrá acaso neutralidad en los puntos de vista que ven normalidad donde no la hay? Peor aún, ¿puede haberla en lo que escribe, para justificar a los golpistas, Reinhold Niebuhr, el intelectual preferido por Obama?: “decir que el uso de la fuerza en la democracia a veces puede ser necesario, no significa cinismo sino el reconocimiento de la historia, los defectos del hombre y los límites de su razón”. [26]
Volviendo a la CNN , si lo del asesinato de periodistas en Honduras le parece un “misterio”, para tratar lo que ocurre en Argentina, donde gobiernan fuerzas progresistas que no responden a los intereses yanquis, otro titular suyo reza: “La prensa en medio de la polarización en Argentina”, señalando de paso que El Clarín, un medio atado a los intereses de la oligarquía de este país sudamericano y a los del imperio, se defiende del gobierno.
Recapitulando digamos lo siguiente:
La historia, la educación, el periodismo o cualquier otra profesión, como algo neutral o imparcial son una quimera, algo existente sólo en la mentalidad de los ideólogos del sistema capitalista, que inventan respondiendo a la necesidad clasista de presentar su visión como la única valedera, seria, objetiva y científica; y la “Verdadera Historia”, como algo que se revela de una vez y para siempre, es antihistórica, antidialéctica y anticientífica, porque niega la naturaleza cambiante y contradictoria del mundo material y social, así como el condicionamiento histórico-concreto de los procesos que tienen lugar en la sociedad.
Notas:
[1]. V.I. Lenin. Materialismo y empirocriticismo. Editorial Progreso. Moscú. 1974. pp. 135-136.
[2]. Ibíd. p. 138.
[3] . Dzhojadzhe, D.V. Etapas fundamentales del desarrollo de la antigua filosofía. Editorial Nauka, 1977. pp. 69-75.
[4]. Engels, Federico. Dialéctica de la naturaleza. Editorial Grijalbo, S.A. México, 1961.pp. 151, 153.
[5]. Dzhojadzhe, D.V. Ob. cit. p. 124.
[6]. V.I. Lenin. Ob. cit. p. 135
[7]. Zhukov, E. Metodología de la Historia. Academia de Ciencias de la URSS. Redacción “Ciencias Sociales Contemporáneas”. Moscú1982. p. 192.
[8]. “La práctica de resignificar o no resignificar el pasado es indisociable de las luchas o de los combates de la historia en el presente. Entre tanto, aún hay que establecer una tercera variante en ese debate, entre resignificar la historia y congelar significados de la historia. Corresponde a las estrategias oficiales borrar, silenciar o negar la existencia de determinados acontecimientos, de determinadas prácticas o discursos históricos.” Saeculum. “Entrevista con Antonio Montenegro. Memorias, recorridos y reflexiones”. Revista Libre Pensamiento. Nº 69. Mayo de 2009. http://www.kbn.com.ar/userfiles/files/RLP%2069.pdf
[9]. Freytas, Manuel. “Incluidos y excluidos: Los hornos crematorios de “población sobrante”.” http://www.iarnoticias.com/2010/secciones/contrainformacion/0025_exterm_…
[10] . Antonio Montenegro. “Oralidad, memoria e historia. Cuestiones metodológicas”. Revista Libre Pensamiento. Nº 70. Junio de 70. Junio de 2009.
[11]. Wikipedia. Bernal Díaz del Castillo Bernal Díaz del Castillo http://es.wikipedia.org/wiki/Bernal_D%C3%ADaz_del_Castillo
[12]. Wikipedia. “Historia verdadera de la conquista de la Nueva España ” http://es.wikipedia.org/wiki/Historia_verdadera_de_la_conquista_de_la_Nu…
[13]. Squier, E.G. Nicaragua, sus Gentes y Paisajes. Traducción de Luciano Cuadra. Editorial Nueva Nicaragua, 1989. pp. 16,59-60.
[14]. El asunto de cómo las disputas internas son presuntamente la causa final de los problemas de Nicaragua es, quizás, el punto más característico de la visión conservadora. Ello se expresaba prácticamente en todo. Según Cuadra Pasos, la tesis de Philander Knox (1853-1921), Secretario de Estado durante la presidencia de William Howard Taft, era que la paz y el orden son indispensables para la existencia de un régimen democrático, añadiendo que este hombre, formándose un concepto íntegro de lo que ocurría en Nicaragua, inició una política que si la hubiéramos comprendido habría sido de mucho provecho para el desarrollo del país. Pero como nuestra política, según él, consiste en recurrir siempre a la violencia, como método para la solución de los problemas, “fue parte para echar a perder los planes del secretario Knox”. Y gran parte de nuestras tristezas, señala el autor, siendo resultado de nuestras propias faltas, las disculpamos atribuyéndoselas al interventor extranjero. En esta visión conservadora que acaba de dársenos, aparece nítido el mea culpa que la derecha nicaragüense más recalcitrante ha tenido sobre los problemas locales. Es una suerte de malinchismo que no sólo alaba al interventor sino que acusa a los semejantes de ser los únicos culpables del desorden y del caos imperante. La violencia, como puede apreciarse en la visión indicada, es un fenómeno interno. La intervención extranjera, por el contrario, encierra potencialmente el antídoto contra ella. Moncada Fonseca, Manuel. “Carlos Cuadra Pasos Un Ideólogo del Conservatismo y de la Intervención ”. http://www.euram.com.ni/pverdes/Articulos/manuel_moncada_fonseca_139.htm
[15]. Hurtado Chamorro, Alejandro. William Walker: Ideales y Propósitos. Granada, Nicaragua, Centro América, 1965. pp. 169-181
[16].La verdadera historia de la princesa india Pocahontas.
http://aikun.wordpress.com/2009/01/02/la-verdadera-historia-de-la-prince…
[17]. Zinn, Howard. La otra historia de los Estados Unidos. Siete Cuentos Editorial. New York. Marzo de 2001. pp. 138-139.
[18]. Leopold von Ranke. http://es.wikipedia.org/wiki/Leopold_von_Ranke.
[19]. Fontana, Josep. Historia. Análisis del pasado y proyección social. Crítica. Grupo editorial Grijalbo. Barcelona, 1982. p. 127-134.
[20]. Felipe de J. Pérez Cruz. De cómo se asesina la Historia de la II Guerra Mundial. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=1008810
[21] . Wikipedia. “Aníbal Ponce”. http://es.wikipedia.org/wiki/An%C3%ADbal_Ponce
[22]. Ponce, Aníbal. Educación y Lucha de clases. En Ponce, Aníbal. Obras. Casa de las América. La Habana , Cuba, 1975. pp. 39, 109, 120, 153-154, 169, 190, 211.
[23]. Al respecto consúltese: Moncada Fonseca, Manuel. “El utillaje del mundo académico, Bolonia y América Latina”. http://firgoa.usc.es/drupal/node/42418
[24]. Serrano, Pascual. “El periodista, la objetividad y el compromiso”. http://www.rebelion.org/noticia.php?id=104387
[25]. Peláez, Vicky. “La tragedia en Honduras se hace grande”. http://www.lahaine.org/index.php?p=45039
[26]. Ibíd.

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http://www.contrainfo.com/15932/es-la-historia-la-verdad/