La periodista entrerriana Stella Calloni reflexiona sobre el Balotaje 2015. ARSAT, YPF, “El Campo”, la Continuidad, y el Neoliberalismo de Mauricio Macri son algunos de los temas que profundiza en la siguiente nota la allegada a Fidel Castro.
Al mejor estilo de Joseph Goebbels, en la Alemania nazi, la oposición intenta imponer que el pueblo argentino votó “por el cambio”, cuando nunca han definido cuál es el cambio que proponen y toda vez que el candidato opositor Mauricio Macri debió utilizar los logros del gobierno actual, cambiando él mismo su discurso en medio de la campaña, para prometer que los iba a mantener y así logró recuperar votantes. Si Macri dijera cuál es su propuesta de regreso al neoliberalismo rampante, como han planteado públicamente sus economistas, ¿seguro que voluntariamente el pueblo argentino o los trabajadores renunciarían a sus mejores conquistas?
Si recordara que como dirigente de la ultraderechista Propuesta Republicana (PRO), se opuso a cada uno de estos logros del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, logros reales que, sin dudas, está dispuesto a desaparecer del mapa por sus compromisos con el poder hegemónico y el “mercado”, ¿cuál puede ser el resultado? El PRO, cuyo único fuerte es la CABA, tan desentendida del resto del país y tan vulnerable a las ofertas banales, arrastró fácilmente a la UCR, gracias a la dirigencia menos radical de su historia, con lo cual apareció como ganador en las provincias donde en realidad ganaron los radicales, lo que indica que ese caudal de votos no es propio y no puede ser permanente.
¿Qué cambio proponen? ¿Acabar con el nuevo esquema de jubilaciones, que por primera vez en la historia fue extendida a millones, como las siempre olvidadas amas de casa, o los trabajadores nunca blanqueados, pero que trabajaron años, sin tener derecho alguno, ni protección social? ¿Terminar con la AUH, que significa la salvación social para más de 3 millones de niños o con la ayuda a las madres pobres, reconocida en el mundo entero? ¿Despedir a miles de trabajadores, volver a las reglas neoliberales del trabajo, para lo cual ya advierten que las paritarias son fascistas? ¿Y qué decir de los subsidios y becas para estudiantes para los cuales, además de los fondos de ayuda directa se instaló la mayor cantidad de universidades públicas, que hayan surgido en un período histórico en el país?
Escuché a un dirigente del PRO, inclinado a la privatización de la educación, decir en forma pública y con total impunidad que los pobres no pueden estudiar, cuando las universidades públicas y gratuitas se han triplicado. ¿Qué van a hacer con esto: la educación pública al alcance de todos, es una realidad que ellos no reconocen? ¿Y los planes de viviendas que avanzan cada día en el país?
El campo argentino: ¿De qué tragedia hablan los nuevos ricos del campo, convertidos por obra y gracias de la maldita soja también ahora en casatenientes? Sucede en Rosario, Santa Fe, Córdoba o la CABA. Esto, mientras los peones del campo-muchos de ellos rescatados por medidas de este gobierno de su condición de esclavos modernos-, tienen representante sindical a un empresario amigo de los poderosos terratenientes del país. Todos lo saben y callan.
Una década no es suficiente
No lo es para recuperar un país hundido en el infierno. Basta proyectar la imagen del 2001/02: desesperados clasemedieros golpeando con martillos las puertas metálicas o las rejas de los bancos, millones de desocupados – entre el 30 y el 60 % en las provincias- la navidad del trueque, calles vacías, sueldos acorralados en los bancos que nunca perdieron un centavo, mientras la desolación crecía en las ciudades y tanto más en las periferias. Y aquellos ejércitos cartoneros de esos días, miles de despojados buscando comida en la basura. Si se compara ese descenso al infierno con estos días, que volvió a salir humo de las fábricas, se ven productos nacionales en las vidrieras, restaurantes llenos, organismos internacionales que reconocen el descenso de la pobreza y la recuperación del trabajo y derechos laborales y los salarios que lentamente vuelven a recuperarse. Que existe inflación, es tan evidente como que existe una crisis internacional que nos afecta a todos.
Frente a aquellas imágenes apocalípticas asistimos hace muy poco tiempo al lanzamiento del segundo satélite (Arsat) para liberar nuestra capacidad de comunicación, totalmente construido en el país, el mismo que agonizaba en 2002. Nuevamente la Fábrica de aviones en Córdoba, entregada por monedas a una empresa extranjera en 1965 y recuperada ahora, acaba de fabricar su primer avión construido aquí, el Pampa. YPF y Aerolíneas Argentinas, rematadas al mejor postor en los 90, desguazadas ambas y con el despido de miles de trabajadores, empresas estratégicas si las hay, recuperadas por este gobierno como se hizo con las jubilaciones “privadas”, enorme estafa heredada de los 90.
Y mucho más en una larga lista a la que cualquiera puede acceder en una década ganada para la dignidad y el futuro del país. Todo eso es real, aunque pretendan esconderlo con la impunidad de la mentira y la falsificación. La impunidad criminal de la mentira es pan común en estos días, en especial entre el poder corrupto que tiene la desvergüenza de mencionar la palabra transparencia.
Modelo perfecto de colonizados, una clase que ascendió a media-media, quiere parecerse al de más arriba, en estas culturas de mercado de la incultura, donde la TV vende espejos de colores, y trabaja para destruir toda identidad, y la capacidad de pensar y decidir. La humillación por un minuto de fama es modelo corriente.
Bailar por un sueño
No es un juego, es un modelo impuesto en toda nuestra región, para educarnos en la “conveniencia” de la humillación, papel que juegan los jurados. Un poco de dinero y fama te convierten en un conejillo de Indias en el experimento denigrante y deshumanizado de Gran Hermano. Es la sociedad en que quieren transformarnos para facilitar el proceso de recolonización planeado para nuestros países. ¿Iremos cantando hacia nuestra destrucción? ¿Bailando hacia el sometimiento que nos proponen, entre globos de colores? ¿Será un buen cambio volver a privatizar las empresas estatales, rematadas y regaladas durante la dictadura neoliberal, de los 90, cuando se vendía el país, mientras distraían al pueblo del 1 a 1, desmoronado el sistema? ¿Reinstalar el neoliberalismo rampante es un cambio o un retroceso criminal? Y qué hay de los centenares de científicos que retornaron al país. lo que produjo un sorprendente avance para la ciencia y la tecnología, en menos de diez años?
¿Olvidaron aquellos lo de “piquete y cacerola la lucha es una sola”? La clase media hundida hasta el cuello, lo cantaba en las calles, junto a los ejércitos de desocupados, allá por el 2001-2002 y parte de 2003. Enumerar el cambio habido entre el 2001 -2002 y estos días nos llevaría horas, punto por punto área por área. ¿O acaso la desmemoria es tan profunda que no ven el cambio, reconocido por todos los organismos internacionales?
El candidato opositor, que salió tercero, Sergio Massa, también logró recuperar votos rescatando la idea de que iban a preservar todos los logros y el cambio evidente en 12 años del gobierno kirchnerista. ¿De qué cambio hablamos entonces? ¿De regresar a la impunidad para los criminales que secuestraron, torturaron, mataron, desaparecieron en nombre de la seguridad nacional de un imperio del que dependían nuestras fuerzas militares? ¿Volver atrás en la política de Derechos Humanos reconocida en el mundo y que nos enaltece como nación? Es evidente que falta mucho aún en esta recuperación, pero se colocaron cimientos profundos y la propuesta oficial es avanzar profundizando lo logrado y cambiar para mejorar lo realizado.
El candidato opositor, que salió tercero, Sergio Massa, también logró recuperar votos rescatando la idea de que iban a preservar todos los logros y el cambio evidente en 12 años del gobierno kirchnerista. ¿De qué cambio hablamos entonces? ¿De regresar a la impunidad para los criminales que secuestraron, torturaron, mataron, desaparecieron en nombre de la seguridad nacional de un imperio del que dependían nuestras fuerzas militares? ¿Volver atrás en la política de Derechos Humanos reconocida en el mundo y que nos enaltece como nación? Es evidente que falta mucho aún en esta recuperación, pero se colocaron cimientos profundos y la propuesta oficial es avanzar profundizando lo logrado y cambiar para mejorar lo realizado.
Continuismo y unidad
Que tenga la oposición el valor de decir cuál es el cambio que prometen y enumerar lo que vamos a ganar y perder en esto. ¿O harán como el ex presidente Carlos Menem quien confesó que si hubiera dicho lo que iba a hacer nadie lo hubiera votado? Esta “restauración conservadora” que ofrece una oposición conformada por alianzas que en nuestra historia política siempre fueron muy débiles, no podría funcionar sin los medios masivos del poder hegemónico, su mayor “fuerza de tarea” en nuestro país, expertos impunes en mentira y desinformación. Un arma de destrucción masiva que mantiene el monopolio de la desinformación y los entretenimientos degradante anulando y vaciando la conciencia de los pueblos, desculturizando día por día a amplios sectores sociales. Estos medios son claves para intentar destruir el proyecto político más avanzado en la historia regional para lograr la emancipación definitiva y la unidad en una integración en la diversidad, que es hoy una realidad y un objetivo estratégico para nuestra defensa y nuestro futuro independiente. Esta unidad es la mayor defensa, ante el intento de retornarnos al neocolonialismo degradante cuando no al colonialismo a secas. ¿Qué sería de nuestro futuro si volviéramos atrás la política exterior más independiente de nuestra vida democrática?
En realidad estamos ante un escenario, donde el gobierno que ha logrado los mayores avances que se registren no sólo desde el retorno a la democracia (1983) sino -debemos recordarlo a la supuesta izquierda que se dice radical en el país- que nunca habló de socialismo, porque hubiera sido falso en las actuales condiciones, ha logrado los mayores avances, siendo literalmente perseguido por una oposición absolutamente dependiente de Estados Unidos, sus fundaciones, sus ONG, y sus medios de comunicación.
Si alguna izquierda, por dogmatismo o por estar sirviendo a otros intereses, ante lo que está sucediendo en el mundo, si algunos intelectuales se sienten tan superiores al común, reflexionan sobre lo que se juega estratégicamente para nuestro país, la región y el mundo. No hay otra opción en estos tiempos que la que surge de los que proponen la recolonización y los que proponen la independencia definitiva, como la única posibilidad para el futuro libre de los pueblos del mundo.
Si alguna izquierda, por dogmatismo o por estar sirviendo a otros intereses, ante lo que está sucediendo en el mundo, si algunos intelectuales se sienten tan superiores al común, reflexionan sobre lo que se juega estratégicamente para nuestro país, la región y el mundo. No hay otra opción en estos tiempos que la que surge de los que proponen la recolonización y los que proponen la independencia definitiva, como la única posibilidad para el futuro libre de los pueblos del mundo.
Biografia
Stella Calloni (nacida en Pueblo Leguizamón, departamento La Paz, provincia de Entre Ríos) ejerce desde hace más de medio siglo la profesión de periodista, escritora, docente e investigadora como “testigo, víctima y cronista de una América Latina convulsionada por las dictaduras y los movimientos de liberación”, representa unos de los más altos puntos de compromiso intelectual con los procesos políticos y sociales de los pueblos de nuestra Patria Grande, la América del Sur.
Su trabajo profesional como corresponsal del Periódico la Jornada de México, Profesora Adjunta en la Cátedra de Cultura de la Paz y Derechos Humanos que dirige el Premio Nobel de la Paz (1980) Adolfo Pérez Esquivel en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, Directora del Centro de Estudios sobre Terrorismo de Estado y Estrategias de Dominación, miembro del Consejo Directivo del Instituto de Espacio para la Memoria, Vicepresidenta del Movimiento por la Paz, la Soberanía y Solidaridad entre los Pueblos e integrante destacada de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad y otros organismos, la convirtió también en una persona que nos hermana con la mayoría de los pueblos latinoamericanos.
Su prolífica producción intelectual, volcada en numerosas publicaciones de América Latina, Europa y Estados Unidos, le han merecido el reconocimiento internacional, hasta convertirla en la periodista latinoamericana más premiada de su generación, y sus artículos son publicados en gran cantidad de medios y agencias de noticias del mundo entero.
Es la periodista latinoamericana que más jefes de Estado ha entrevistado a lo largo de su trayectoria, entre ellos a Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Luiz Ignacio Lula da Silva, Rafael Correa, Daniel Ortega, Salvador Allende, Omar Torrijos, James Carter, Yaser Arafat, Muamar Khadafi y Felipe González, entre otros, y con muchos de ellos, esa relación de trabajo profesional se convirtió con el tiempo en una relación de amistad y respeto recíproco.
Sus investigaciones sobre el Plan Cóndor plasmadas en su obra “Los años del Lobo: Operación Cóndor”, constituye un aporte central para descubrir la coordinación represiva ilegal de las agencias de Inteligencia de las últimas dictaduras del Siglo XX en el Cono Sur. Es el mismísimo Fidel Castro (con quien la une una gran amistad desde 1968) quien sostiene (ver diario Página 12, el 25 de noviembre de 2008) que “Es la denuncia más objetiva y detalladamente documentada que hasta hoy he leído, insuperable en su estilo y elocuencia…”.
Stella viene advirtiendo con meridiana claridad -desde hace más de veinte años- sobre los nuevos mecanismos de Guerras de Baja Intensidad como una nueva forma de contrainsurgencia puestas en acción junto con las políticas surgidas del Consenso de Washington, con el objetivo de mantener a la región bajo control y anticipa: “Estamos ante una opción en este siglo XXI, entre la recolonización o la independencia definitiva. Aunque parezca mentira, estamos reviviendo elementos del siglo XIX”.
Algunos de sus libros fueron prologados por notables figuras, “El hombre que fue yacaré”, por Juan Gelman, “Evo en la mira. CIA y DEA en Bolivia”, por el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y por el propio Evo Morales y hasta una reciente publicación sobre su vida (“Stella Calloni íntima, una cronista de la historia”) es distinguida con el prólogo escrito por Fidel Castro donde -entre muchos elogiosos conceptos- dice: “Stella es, inobjetablemente, una reconocida especialista de la comunicación; desentraña los objetivos de la guerra mediática como parte de la contrainsurgencia, la invasión silenciosa y la desinformación convertida en arma de guerra. Su testimonio es magisterio incuestionable para los entendidos y estudiantes de esa materia”.
Es considerada por muchos como la mayor experta en asuntos latinoamericanos y de oriente medio y ella no titubea en afirmar “Tenemos que descolonizar la cultura y enfrentar al periodismo mentiroso”.
En gran parte de los países de América Latina es considerada como “una maestra del periodismo con mayúsculas”… y que “lo mismo ocurre en Argentina dentro del circuito de colegas que la reverenciamos, aunque los medios hegemónicos se hayan encargado de ocultarla a ella y a sus investigaciones, que tienen carácter histórico” (Roberto Caballero, Tiempo Argentino, 12 de enero de 2014).
Cuenta con casi treinta premios nacionales e internacionales que la convierten en una de las personalidades entrerrianas más galardonada en la historia de la provincia.
* Biografía cedida por José María Blanco - Titular de la Editorial Entre Ríos
http://www.latrovadigital.com/index.php/mauricio-macri-al-mejor-estilo-de-joseph-goebbels/
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