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sábado, 26 de septiembre de 2015

Marx y la Primera Internacional

En septiembre de 1864 se fundó en Londres la primera organización internacional del movimiento obrero: la Asociación Internacional de Trabajadores (AIT), después conocida como la Primera Internacional. Su surgimiento responde a la situación económica y política del capitalismo del siglo XIX y fue un producto genuino del movimiento obrero e iniciativa de su vanguardia.
Génesis del internacionalismo
Los asistentes, en su mayoría sindicalistas ingleses y franceses, se convocaron para organizar campañas de solidaridad con la lucha por la independencia polaca, por la unificación de Italia y en apoyo al Norte contra el Sur esclavista en la Guerra Civil estadounidense. Sin embargo, la motivación más inmediata de la convocatoria era la necesidad de enfrentar la política que habían adoptado los capitalistas ingleses y franceses a partir de la crisis económica de 1857 de usar cada uno a los inmigrantes del otro país para romper las huelgas.
De estas palpables necesidades surgió el internacionalismo obrero, como reflejo organizativo y político del carácter mundial de la economía capitalista y la lucha de clases. La Primera Internacional expresa la realización de los trabajadores más con-cientes de la necesidad de la colaboración internacional y de la participación en el terreno político para defender sus intereses.
Como podía esperarse, en la AIT se vieron reflejadas las diversas corrientes del movimiento obrero y sus distintas políticas. Entre los ingleses habían sindicalistas y también seguidores de Robert Owen, que se oponía a las huelgas. Los partidarios del francés Proudhon defendían la propiedad privada y los del anarquista Bakunin pretendían disolver de golpe la propiedad y el Estado. Otros se referenciaban en en el pacifista Fourier, mientras los partidarios de Blanqui concebían la revolución como un simple asalto armado al poder.
Entre todos, surgió el exiliado alemán Karl Marx como principal dirigente del Consejo General que se eligió para escribir los estatutos de la AIT y organizar su congreso.
La dirección de Marx
En su discurso inaugural de la Internacional, Marx hace una feroz crítica del capitalismo, y afirma que «la gran tarea de la clase obrera es la de tomarse el poder político» y que necesitan una organización para lograrlo: los obreros «poseen un elemento para el éxito, su número. Pero el número pesa en la balanza sólo cuando está unido en una organización y dirigido hacia un fin conciente».
En las reglas provisionales de la AIT que redactó, Marx buscó contener la diversidad de opiniones en la Internacional. Priorizaba la necesidad de una fuerte organización que permitiera la acción unificada de los trabajadores. Apostaba a que esa acción lograse triunfos en la lucha de clases y desarrollara la conciencia de clase, facilitando el triunfo de la política revolucionaria al interior de la Internacional.
«Hace falta tiempo -le escribió Marx a Engels- antes de que el movimiento revivido nos permita utilizar el viejo lenguaje audaz. La necesidad del momento es: osadía en el contenido, pero moderación en la forma».
Los logros de la Primera
Los principales avances que obtuvo la AIT fueron la conquista de la reforma de los derechos políticos en Inglaterra, tras encabezar un proceso de movilizaciones masivas, y la extensión por toda Europa de organizaciones sindicales que perdurarían y se desarrollarían mucho más allá de la vida que tuvo la Primera.
Pero el hecho que realmente puso a prueba a la Internacional fue el estallido de la Comuna de París al final de la guerra franco-prusiana en 1871. Los parisinos sublevados -muchos de ellos miembros de la AIT- conformaron una república obrera, con funcionarios votados a cargos revocables y con salarios equiparados a los de los trabajadores. La Comuna fue aplastada en una sangrienta masacre por la burguesía francesa con el apoyo del ejército prusiano de Bismarck, pero no antes de demostrar que la clase trabajadora podía ejercer el poder político.
A partir de los hechos de la Comuna, Marx le dio forma y contenido a su teoría del Estado, afirmando que los trabajadores deberán barrer el Estado burgués y reemplazarlo por uno propio para hacerse del poder y avanzar hacia el socialismo.
Fin de un ciclo
Otra consecuencia de la derrota de la Comuna y la reacción capitalista que recorrió Europa posteriormente fue el declive de la AIT. La dinámica a la que apostaba Marx para el desarrollo de la Internacional al calor del ascenso en la lucha de clases se revirtió en el reflujo. Al desmovilizarse el movimiento, las disputas internas en la dirección paralizaron y terminaron por desintegrar a la Primera Internacional, que fue disuelta en 1878.
Sin embargo, refutando el argumento de que la Internacional había fracasado, Marx escribió: «En realidad, los partidos obreros socialdemócratas (…) ya no son secciones aisladas dispersa-mente repartidas en varios paises y dirigidas por un Consejo General desde la periferia, sino que representan a la clase obrera misma en constante, activa y directa relación. (…) Así, lejos de haber muerto, la Internacional se ha desarrollado de un nivel a otro más alto, en el cual muchas de sus tentativas originales ya han sido realizadas. Durante el curso de este constante desarrollo experimentará muchos cambios antes de que el último capítulo de su historia pueda ser escrito.»
El internacionalismo hoy. Volver a las bases
primerainternacionalEl internacionalismo, no sólo en su forma ideológica y política, sino corporizado en un partido mundial de la clase trabajadora, es uno de los principios del marxismo. Sin embargo, hoy se encuentra organizativamente reducido a su menor expresión histórica.
Solo once años después de la disolución de la AIT se fundó la Segunda Internacional, que llegó a organizar a millones de trabajadores en sindicatos y partidos políticos de masas en todo Europa. Sus dirigentes abandonaron el internacionalismo en 1914 al apoyar a sus respectivas burguesías en la Primera Guerra Mundial. Pero cinco años después, con el impulso de la Revolución Rusa, se fundó la Tercera Internacional que logró un carácter realmente masivo y mundial. Ante su burocratización stalinista, Trotsky fundó en 1938 la Cuarta Internacional para darle continuidad organizativa y política al marxismo revolucionario.
Bajo condiciones terriblemente adversas, las organizaciones de la Cuarta fueron marginadas del movimiento de masas durante largas décadas. Esas circunstancias condujeron a un proceso de fragmentación de la izquierda revolucionaria que lamentablemente perdura hasta hoy.
Sin embargo, la situación ha cambiado drásticamente en los últimos años. Desde la caída del Muro de Berlín el stalinismo ya no existe como la fuerza contrarrevolucio-naria hegemónica en los procesos sociales. La crisis mundial del capitalismo desatada en 2008 provoca un creciente cuestionamiento al capitalismo en la conciencia de millones. Procesos revolucionarios estallan en cada rincón del planeta y donde surgen alternativas desde la izquierda logran resonancia entre las masas movilizadas.
Se vuelve imprescindible la necesidad de una organización internacional para coordinar las luchas que recorren el mundo y darles una fuerza unificada contra el capitalismo. Cómo construirla hoy debe ser un debate central para todo revolucionario.
La Cuarta cumple aún un rol positivo como ámbito de colaboración de diversas organizaciones revolucionarias a escala mundial, razón por la cual participamos como organización observadora en su seno. Pero lo que prima en el mundo es la dispersión de incontables corrientes y organizaciones que llevamos generaciones de desarrollo aisladas unas de las otras.
No existe hoy un partido con influencia de masas como el Partido Socialdemócrata Alemán que vertebró la Segunda Internacional, ni tampoco una dirección que haya encabezado una revolución triunfante como el Partido Bolchevique, que fue el polo de atracción para los revolucionarios que erigieron la Internacional Comunista.
Todas las corrientes de izquierda existentes representan parcialidades y ninguna puede pretender llegar por su cuenta a un análisis acabado de la realidad mundial, ni mucho menos a disputar la dirección del movimiento de masas mundial y conducirlo al triunfo sobre el capitalismo imperialista.
Por estos motivos es necesario avanzar en un proceso de reagrupamiento internacional de los revolucionarios que recoja el espíritu de la Primera.
Significaría priorizar la necesidad actual de impulsar la unidad de acción del movimiento de masas a escala mundial. Requeriría dotarla de cimientos sólidos, con un programa firme en su contenido anticapitalista, pero ámplio en su forma, para lograr la mayor unidad posible. Y exigiría aprender a convivir en la diversidad de opiniones para dirimir las diferentes propuestas al interior de una organización común, poniéndolas sin miedo a la prueba de la lucha de clases.
Esta vuelta a las bases del internacionalismo sería hoy un inmenso salto adelante para el movimiento obrero mundial.

               Federico Moreno
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viernes, 25 de septiembre de 2015

Pascua Lama, un tercer país en la Cordillera de los Andes

Barrick gold haria un tercer pais entre Argentina y Chile 

El proyecto minero Pascua-Lama de Barrick Gold tendrá su propio hospital, con sala de operaciones e instalaciones de rayos X, un centro de deportes cubierto y viviendas para hasta 10.000 personas. 
Tiene su propia aduana y oficina de inmigración en uno de los cruces fronterizos más altos del mundo, a una altura de 3.700 metros. 
Y los vuelos charter exclusivos salen de La Serena, Chile, y la capital del país, Santiago, llevando ingenieros, trabajadores de las minas y algún periodista ocasional, apenas rozando las copas de la cordillera de los Andes antes de aterrizar en la pista de Pascua-Lama. 

Incluso tiene su propio equipo de fútbol – probablemente un éxito, debido a la altitud en la que los jugadores entrenan. 

Se rige por un tratado tributario especial, que establece cómo se les pagarán impuestos y regalías a Chile y Argentina, y por las normas establecidas en el Tratado Minero Binacional Integrado firmado entre los dos países en 1997. 

Entre otras cosas, el tratado minero le otorga a una empresa derechos exclusivos para usar el agua y otros recursos naturales que se encuentran dentro del territorio, y suspende las prohibiciones constitucionales de ambos países sobre la actividad económica o la propiedad extranjera cerca de la frontera. 
El Protocolo Específico Pascua-Lama, una adición al tratado, cede el territorio de 438 kilómetros cuadrados a Barrick Gold y establece dónde serán exactamente la mina y la planta de procesamiento, entre otros detalles. 

Para Barrick Gold, el único marco legal de Pascua-Lama – la primera mina binacional del mundo – tiene que ver con aspectos prácticos. Por ejemplo, tiene su propia oficina de inmigración para que los trabajadores, una vez que hayan entrado en el territorio no tengan que presentar el pasaporte cada vez que cruzan la frontera entre Chile y Argentina para viajar entre la mina y la planta de procesamiento. 

Y asegura que Barrick no tendrá que pagar impuestos dos veces por los mismos bienes y servicios. 
La intención de Barrick, dijo Rod Jiménez, vicepresidente de asuntos corporativos en Sudamérica de la empresa, es el desarrollo de la minería a lo largo de la frontera. 

“Toda la industria está observándolo muy de cerca”, dijo Jiménez. “Otros están viendo, también, cómo pueden hacerlo.” 

Pero mientras que Barrick y otras compañías mineras canadienses ven una oportunidad sin restricciones en los picos a lo largo de la frontera, los críticos ven a Pascua-Lama como un peligroso precedente, en el que una concesión minera funciona, para todos los efectos, como un país independiente, encajada entre dos otros – y , temen, sin ser controlado por nadie.

Tratado de Tapihue: El Reconocimiento de la Independencia de la Nación Mapuche

Se dice que el estado chileno cumplió 200 años de existencia el 2010, sin embargo, del río Bio Bio al sur su presencia es de tan solo 129 años, luego que invadiera bélicamente los territorios libres y autónomos del Wallmapu, hecho que comenzó a materializarse a partir de 1881, a través de la sangrienta usurpación y despojo de tierras, el genocidio, el desplazamiento de la población, el colonialismo, el empobrecimiento.

El Chile de gran parte del siglo 19 tenía una extensión muy diferente al Chile de Hoy. Su espacio físico político iba desde el río Copiapó hasta al sur del río Bio Bio. Su frontera en el sur limitaba con la de la Nación Mapuche.
Sin embargo, esa masacre estatal cometida, transgredió las propias normas del estado chileno. Más allá que a la palestra haya salido una carta de Bernardo O”Higgins Riquelme quien fuera director Supremo de la república de Chile y considerado por algunos como el “padre de la patria”, donde reconocía la independencia y soberanía Mapuche y su frontera, es el propio naciente estado chileno en 1825 que establece un parlamento con la Nación Mapuche, en un acuerdo pacífico, de interlocución, donde se reconocen los límites jurisdiccionales y los límites de la competencia de las respectivas autoridades.
La empresa de conquista iniciada el año 1541, terminó por aniquilar (vía la opresión y el mestizaje) todo vestigio social de las poblaciones ubicadas al norte del río Bio Bio.
Los Mapuche, lograron expulsar a los hispano-criollos de la zona de la Araucanía, entre los ríos Bío Bío y Toltén.
La rebelión Mapuche iniciada en Curalaba el año 1598 permitió desarticular definitivamente este aparato de invasión y conquista en la región. Así, la Corona española se vio obligada a establecer una política de Parlamentos y tratados con los Mapuche.
En efecto, con la política de los Parlamentos nace la frontera entre “entre una Nación y un Reino Imperialista dentro de los cuales destacan el de Quilin de 1641 y 1647 y más tarde el de Negrete – 1726- , los que significan un reconocimiento del estatus independiente del Pueblo – Nación Mapuche y de su territorio.
Los parlamentos coincidieron en reconocer la frontera en el Bío- Bío, la que ninguno podía cruzar sin el permiso del otro, diferenciando así los territorios y jurisdicciones de ambos pueblos. Se trataría entonces, de un tratado internacional entre naciones soberanas. En los últimos años ha sido apoyado por distintas instancias nacionales como internacionales.
Incluso, según la propia Comisión Verdad Histórica y Nuevo Trato, instancia creada por el represivo Gobierno de Ricardo Lagos, cuyas conclusiones durante el año 2004, no fueron consideradas ni valoradas por el mismo Gobierno en la aplicación de sus políticas públicas, señala que los Parlamentos deben ser analizados como evidencia jurídica, que se trata de una relación reconocida y respetada y aunque aún no tengan valor “probatorio” en los tribunales debieran ser tomados en cuenta como un antecedente de la mayor importancia frente a situaciones de controversia contemporánea.
Los parlamentos fueron sistemas de negociación de la paz entre las autoridades del Reino y las autoridades mapuche, estas últimas lo hacían en representación de los Meli Butalmapu (cuatro regiones/cantones/principados) que componen la nación Mapuche.
Para varios referentes organizacionales e intelectuales Mapuche, entre ellos, el abogado José Lincoqueo, argumenta que las leyes de la propiedad austral y las leyes de indios, carecen de fundamento legal y constitucional desde el rio Bío-Bío al sur, porque están superpuesto sobre los 28 tratados y/o parlamentos internacionales celebrado entre la Corona Española y la Nación Mapuche.
Sostiene él mismo, que el “Parlamento Jeneral de Negrete”, es el último de 28 documentos del mismo valor y categoría celebrado entre España y Ragko Mapu y reúne todos y cada uno de los requisitos de los más modernos tratados internacionales en efecto, también reúne los requisitos de una Corte Internacional, además de contener una brevísima historia y recopilación de los 27 Tratados o Parlamentos Jenerales que le precedieron, incluyendo algunos aspectos trascendentales del modo de vida de los mapuche antes de la ocupación militar de este territorio por el Estado chileno a fines del siglo pasado.
Agrega, “Los Parlamentos Generales son un verdadero Tratado Internacional, ya que en esos parlamentos iban los lonkos de todo el territorio de Arauco del sur del Bio-Bio y del sur del río Colorado. Dichos parlamentos permitían defender la frontera, además permitían desarrollar el comercio internacional”.
Tapihue
El propio Estado chileno suscribió un tratado con la Nación Mapuche. Este fue el parlamento de Tapihue el 1 de enero de 1825. que, desde el punto de vista jurisdiccional, tiene como aspecto más importante, cierto reconocimiento a la autonomía mapuche por parte del Estado. El artículo 18, señala: “Los gobernadores ó Caciques desde la ratificación de estos tratados no permitirán que ningún chileno exista en los terrenos de su dominio por convenir así al mejor establecimiento de la paz y unión, Seguridad general y particular de estos nuevos hermanos.” Es decir, se reafirmaba la separación entre ambas sociedades como garantía de la paz en el mundo fronterizo, correspondiendo la presencia de cualquier chileno en territorio Mapuche, un acto claramente ilegal.
Este tratado, ratificado a fines del mismo año en el parlamento de Los Angeles, fue violado por el Estado chileno en el periodo de la Ocupación de la Araucanía. Actualmente es omitido en la historia “oficial” de Chile porque entrega una sólida argumentación jurídico-histórica a los liderazgos mapuche, para exigir la reparación de la deuda histórica contraída por el Estado chileno.
Tierras antiguas y Tierras Fiscales
Se ha señalado, que dichos acuerdos por el Estado chileno, habrían sido abolidas por la aplicación de la Ley del 4 de diciembre de 1866, ante el traspasado de las tierras Mapuche antiguas al “Fisco”. Sin embargo, es importante señalar, que autores Mapuche como Toledo Llancaqueo, han sostenido que dicha interpretación no tiene fundamentos, ya que el Estado nunca declaró fiscales las tierras al sur del Bio Bio. Más aun, la legislación reconocía los derechos de propiedad de los mapuche sobre sus posesiones, anteriores a la propia acción del Estado.
Atendiendo esto, lo que habría ocurrido es que agentes estatales dispusieron de las tierras como si fuesen fiscales, en actos nulos de Derecho público de acuerdo a la propia legislación chilena. Las reclamaciones por las posesiones no reconocidas –las tierras antiguas- persiste hasta nuestros días y que fue considerado en las recientes Conclusiones y Recomendaciones del Comité de Derechos Humanos (CDH) de las Naciones Unidas.
TRATADO DE TAPIHUE DEL 7 DE ENERO 1825
Tratados celebrados y firmados entre el Coronel graduado de los ejércitos de la República Comandante de alta frontera, y Delegado de la Ciudad de Los Ángeles Pedro Barnachea, autorizado por el señor Brigadier de los ejércitos de Chile Gobernador Intendente de la Provincia de Concepción para tratar con los naturales de ultra Biobío y don Francisco Mariluan Gobernador de 14 Reducciones, contenidos en los artículos siguientes:
1º Convencidos ambos jefes de las grandes ventajas de hacernos una sola familia, ya para oponernos a los enemigos de nuestro país, ya para aumentar y solidar el comercio, y hacer cesar del todo los males que han afligido a la República en catorce años de consecutiva guerra ha venido don Francisco Mariluan como autorizado por todos los Caciques en unirse en opinión y derechos a la gran familia chilena.
2º El Estado se compone desde el despoblado de Atacama hasta los últimos límites de la provincia de Chiloé.
3º Todos los que existen entre ambas líneas serán tratados como a ciudadanos chilenos con goce de todas las prerrogativas, gracias y privilegios que les corresponden.
4º El Diputado de los naturales bajo la ceremonia más religiosa según sus ritos y costumbres jura unión y hermandad perpetua.
5º Promete toda su fuerza para repeler a los enemigos del Estado y del orden, cuando el Supremo Gobierno necesite valerse de ella, quedando éste, y sus porder-dantes, sujetos a las mismas obligaciones de los chilenos y a las leyes que dicte el Soberano Congreso Constituyente.
6º A consecuencia de la unión de que habla el artículo 4º el Gobierno Supremo admitirá a todos los individuos que de esta nueva hermandad quieran libremente salir a instruirse en las escuelas públicas del Estado, cuyos gastos corren de cuenta del Erario de la Nación.
7º Si hubiese una declaración de guerra contra los derechos del país se unirán todas las fuerzas para repeler a los agresores, corriendo por cuenta del Estado todos los alimentos que consuman los nuevos hermanos en toda la campaña.
8º Queda obligado de ultra Biobío a entregar todo oficial o soldado enemigo y que casualmente se abrige en sus territorios, persiguiéndolos hasta su total exterminio, cuando no puedan haberse a las manos, cuyo cumplimiento será precisamente en el termino de quince días, contados desde la celebración de estos tratados.
9º Cada Cacique exijido por su Diputado entregará al Gobierno en el término de ocho días las familias hijas de otro país que existan en sus terrenos, y las que hayan sido conducidas allí en clase de prisioneras en la próxima pasada guerra en todo el mes corriente, quedando el Gobierno con la obligación de hacer lo mismo con cuantas personas de la tierra habiesen en la comprensión de la República.
10. Quedan obligados todos los Caciques contratantes a devolverse mútuamente con nuestros antiguos aliados todas las familias que con motivo de sus disensiones pasadas se hubiesen cautivado en sus malones.
11. Si lo que no es de esperar, verificada la unión, algún Gobernador de Bultramapu la quebrantare, los restantes tratarán de reducirlo a eIla, dando cuenta primero al Gobierno para que por su mediación se consiga; mas si tocados todos los resortes de la prudencia sigue éste todabía en revolución, se unirá una fuerza armada del Estado a los conservadores de la paz para hacer entrar por ella a los disidentes, y pertinaces, con prevención que éste es el último recurso.
12. Verificada la unión, todos los Caciques bajo el juramento enunciado, hacen una amistad eterna con olvido de todos los disgustos pasados.
13. El Gobierno queda obligado a nombrar y rentar un comisario, y un lengua-general, por cuyos conductos pueda entenderse y comunicarse con sus nuevos hermanos, y por los mismos éstos con aquél.
14. Los Caciques Gobernadores nombrarán libremente para cada reducción un Capitán de amigos, y con él saldrán a sus negocios mercantiles, o de Estado, los que a su salida se entenderán con el lengua general, quien avisará al Comisario los asuntos que los conducen.
15. El lengua general y capitanes estarán sujetos al Comisario.
16. El Comisario tendrá obligación precisa de recorrer cada dos meses los cuatro Bultramapus con el fin de llevar adelante las ideas liberales de paz y unión, dando cuenta al Gobierno cada trimestre de lo que ocurra, y cuando éste lleve alguna embajada del Gobierno la hará en juntas públicas, cuyo resultado comunicará oportunamente.
17. Siendo ya una sola familia nuestros comerciantes serán tratados fraternalmente cuando se internen en sus terrenos, cuidando escrupulosamente no se les saltee y robe, y cuando se roben unos a otros, descubiertos los ladrones pagarán el duplo de lo robado, si tubieren con qué, y sino se castigarán con arreglo a las leyes.
18. Los Gobernadores o Caciques desde la ratificación de estos tratados no permitirán que ningún chileno exista en los terrenos de su dominio por convenir así al mejor establecimiento de la paz y unión, seguridad general y particular de estos nuevos hermanos.
19. Haciendo memoria de los robos escandalosos que antiguamente se hacían de una y otra parte, queda desde luego establecido, que el chileno que pase a robar a la tierra; y sea aprendido, será castigado por el Cacique bajo cuya poder cayere; así como lo será con arreglo a las leyes del país el natural que se pillase en robos de este lado del Biobío, que es la línea divisoria de estos nuevos aliados hermanos.
20. No obstante que la línea divisoria es el Biobío el Gobierno mantendrá en orden y fortificadas las plazas existentes, o arruinadas al otro lado de este río, como también a sus pobladores en los terrenos adyacentes del modo que antes lo estaban.
21. Habiendo instado el Diputado Mariluan sobre la poblacion de Los Ángeles, Nacimiento, San Carlos, y Santa Bárbara ya para la seguridad, ya para su tráfico continuo, el Gobierno queda con la obligación de la más pronta redificación de todas ellas.
22. La línea divisoria no se pasará para esta, ni para aquella parte sin el respectivo pasavante de quien mande el punto por donde se pase, y el que lo haga sin este requisito será castigado como infractor de la ley.
23. Se declaran por boquetes habilitados para el pase al otro y este Iado de la Cordillera los de Llayma, Longuinay, Cuenco, Villucura, y Antuco; y por inhabilitados, todos los que desde el último hubiesen hasta el río Maule, y sujetos a la misma pena los que roben a este lado u otro de la Cordillera, o pasen sin el requisito del anterior artículo,
24. El Diputado a nombre de sus poder-dantes estará pronto con todas sus fuerzas para unirse a las del Estado si fuese necesario marchar contra los rebeldes de Pincheira, y sus aliadas de ultra Cordillera.
25. Los correos que el Gobierno haga sobre Osorno, Valdivia, o Chiloé, serán respetados y auxiliados por los Caciques Gobernadores de reducción en reducción; y si algún atentado, que no es de esperar, se cometiere contra ellos, el Cacique en cuya tierra suceda el hecho sino lo castigase, será tratado como a reo de lesa patria, quedando el Gobierno con la misma obligación con sus Embajadores.
26. Si el Gobierno tubiese a bien mandar por tierra algunas tropas para guarnecer la plaza de Valdivia, estas harán su marcha sin impedimiento alguno, y si en ella necesitaren algunos víveres, los Caciques Gobernadores los facilitarán, los que con un recibo del Comandante en Jefe de ellos, se pagarán a dinero de contado por cuenta del Estado.
27. Todos los comerciantes que hagan sus giros sobre las provincias de Valdivia, o Chiloé, y los que de aquellos lo hagan a estas con efectos del país, o con los que vulgarmente se llaman de Castilla, tendrán el pase y auxilio necesario, mostrando el pasaporte que anuncia el artículo 22 a los Caciques Gobernadores, comprendiéndose en estos los que hagan su tráfico del Estado de Buenos Aires a éste, y de éste a aquél.
28. El Gobierno se obliga a mantener siempre en la frontera del Sur los agasajos de costumbre para la recepción de algunos Caciques que pasan a la ciudad de Los Ángeles. A pesar que se ha interesado el comisionado en la supresión de este artículo por no gravar al Fisco, no ha sido posible por instancias del Diputado don Francisco Mariluan como antigua costumbre.
29. Queda al arbitrio del Supremo Gobierno designar los tiempos en que a estos nuevos hermanos se haga un Parlamento general; mas ellos deberán concurrir en junta cuando el Gobierno para tratar de grandes negocios tenga a bien citarlos a dietas particulares.
30. Queda obligado el Gobierno a facilitarles el paso para este y el otro lado del Biobío poniendo de su cuenta lanchas, balsas, o barquillos pequeños en los lugares de costumbre a fin de evitar incomodidades en su comercio, que podrán extender hasta lo último de la República con la condición precisa de saludar y pedir el correspondiente pasaporte por medio del Comisario al Jefe de Frontera.
31. La residencia del Comisario y Lengua-general será precisamente en el lugar donde la tenga el Comandante de Frontera para por su medio acudir a todas las ocurrencias del Gobierno.
32. Hecha la paz, y no siendo necesarios destacamentos de línea en lo interior de la tierra, ordenará el Gobierno se retiren a incorporarse a sus respectivos regimientos.
33. Sellada y ratificada la unión se formarán las tropas en el lugar de su ratificación que será en el centro del cuadro que ocupan, y enarbolándose el pabellón de la Nación con salva de diez tiros de cañón, son de cornetas, y cajas, se procederá a la ceremonia usada entre los naturales en señal de paz, rompiendo por parte del Supremo Gobierno una espada, y por cada Butralmapu una lanza, en cuya conclusión se hará una salva de artillería de igual número con grito general de VIVA LA UNIÓN.
Y para su constancia y cumplimiento lo firmamos en Tapigüe ambos contratantes a 7 de enero de 1825.
A ruego de don Francisco Mariluan
Julián Grandón
Pedro Barnachea.
Fuente; Mapuexpress
http://www.diarioreddigital.cl/pueblos-originarios/6621-tratado_tapihue.html

La influencia de Agustín Edwards 2º que generó la Guerra del Pacífico y el bloquéo de Bolivia al mar

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El libro Biografía de Agustín Edwards, escrita por el periodista Victor Herrero A. es un texto fundamental para entender la historia de Chile y la forma de como han actuado los grandes empresarios para manejar a los políticos y funcionarios estatales en favor de sus propios intereses. Una de las secciones de este libro devela el rol que tuvo Agustín Edwards Ross en la explotación del salitre, en Chile y en territorios que en ese entonces eran parte de Bolivia. Edwards Ross, luego de no querer pagar los impuestos por la extracción de estos productos desde Bolivia, comenzó a presionar a La Moneda para mover a los militares hacia el norte e invadir las costas bolivianas. En ese entonces el propio presidente de la República, Anibal Pinto, era deudor del banco de Edwards y varios ministros eran socios de sus negocios salitreros.

Aquí la parte clave de este libro donde aparece el segundo Agustín, Edwards Ross, y sus intereses en el salitre.

El negocio de las guerras

La forma cómo Agustín Edwards Ross contribuyó a desencadenar la Guerra del Pacífico comienza en 1873, cuando su padre le pidió que asumiera la presidencia de la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta, una sociedad anónima donde los Edwards tenían 42 por ciento de las acciones. En febrero de ese año, el joven Agustín Edwards de 21 años envió a un emisario suyo a La Paz para gestionar con el gobierno de Bolivia el reconocimiento de los derechos y concesiones de esa compañía para explotar y exportar salitre en amplias zonas de la región de Antofagasta, que entonces pertenecía al país vecino. Estas concesiones habían sido adquiridas cinco años antes al gobierno paceño por la firma Melbourne Clark & Compañía, conformada por capitales chilenos proporcionados por Francisco Puelma, Jorge Smith, la Casa Antony Gibbs & Sons, Agustín Edwards Ossandón (padre de Agustín Edwards Ross) y su protegido José Santos Ossa. El emisario enviado por el empresario chileno obtuvo del gobierno boliviano un contrato que autorizaba a la Compañía de Salitres y Ferrocarril la explotación del salitre por un período de 15 años, libre de derechos e impuestos.
Ese contrato favorable para los intereses salitreros chilenos nunca fue ratificado por el Congreso de Bolivia. Cinco años después, en febrero de 1878, la Asamblea Constituyente de ese país aprobó la ratificación del contrato con la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta «a condición de hacer efectivo, como mínimo, un impuesto de diez centavos en quintal de salitre exportado». Los capitalistas chilenos estaban indignados. Consideraban que se trataba de una abierta violación de su tratado firmado en 1873. Reclamaron airosamente ante el gobierno boliviano y ante su propio gobierno en Santiago para revertir la decisión.
El problema era que ninguno de los dos gobiernos consideraba en esos momentos que fuera un asunto tan grave.
Entonces, la estrategia de la compañía salitrera chilena fue aumentar la presión sobre el gobierno en Santiago. Francisco Puelma y Agustín Edwards Ross «visitaban periódicamente La Moneda demandando apoyo oficial» del gobierno de Aníbal Pinto, quien, por cierto, era deudor del Banco Edwards. Pese a su lobby, el gobierno chileno seguía sin interesarse mucho por la situación. Después de todo, unos años antes, en 1875, el gobierno de Perú había expropiado a los dueños de las salitreras en la región de Tarapacá, entre ellos varios chilenos, y la situación no había pasado a mayores. Ahora sólo se trataba de unos impuestos. Además, en esos meses, el gobierno chileno estaba lidiando con un problema fronterizo mucho más grave con Argentina en el sur del país.
Ante la tibia respuesta del gobierno, la compañía salitrera presidida por Agustín Edwards Ross decidió adoptar una táctica más dura: simplemente se negó a pagar los impuestos decretados por Bolivia. Y así, la situación comenzó a escalar.
Transcurridos nueves meses sin que la compañía pagara el tributo, al tiempo que continuaba operando normalmente sus minas en la región boliviana, finalmente al gobierno de La Paz se le agotó la paciencia. El 11 de noviembre de 1878 el prefecto de Antofagasta ordenó la detención y encarcelamiento de George Hicks, el británico que era el gerente general de la Compañía de Salitres y Ferrocarril, por ser «deudor al fisco de la cantidad de 98.848 bolivianos y 13 centavos». Sin embargo, la compañía continuaba negándose a pagar los impuestos y a los pocos días los bolivianos dejaron en libertad a Hicks.
Dos meses después, los acontecimientos se precipitaron. El 5 de enero de 1879, La Paz aprobó un decreto para confiscar los bienes de la compañía chilena, y anunció que remataría sus activos el 14 de febrero con el fin de recuperar los impuestos que adeudaba al fisco boliviano. Con ello, las operaciones de la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta quedaron efectivamente paralizadas y más de 2.000 mineros se quedaron sin trabajo.
Entre tanto, el gobierno de Pinto había cedido un poco a las presiones de los empresarios salitreros y había despachado al Blanco Encalada, su buque de guerra más poderoso, a Caldera, el último gran puerto y también el punto terminal de las líneas de telégrafo en territorio chileno. Era una primera señal de Santiago que estaba prestando más atención al pleito entre la compañía chilena con el gobierno del país vecino. Cuatro días después del decreto de confiscación, el buque de guerra ancló frente a la bahía de Antofagasta. Era una acción seria pero todavía fanfarrona del gobierno chileno que, en esos días, aún creía en una solución diplomática al conflicto.
Animados por esta movida de su gobierno, aunque decepcionados por no lograr acciones concretas para revertir la paralización de sus minas, la compañía redobló sus apuestas. El 14 de enero, bajo la presidencia de Agustín Edwards Ross, se reunió en Valparaíso el directorio de la empresa salitrera. En una carta que el representante de la firma Gibbs & Sons en el directorio de la compañía envió a sus superiores en Londres, resumía de la siguiente manera la nueva táctica de la empresa:
El señor Puelma recomendó gastar algún dinero para estimular a periodistas en los diarios para que publiquen artículos de naturaleza patriótica, es decir, de nuestro lado en este problema, y así fue acordado, de manera que podemos esperar la inmediata aparición de una serie de esos artículos en un diario de Santiago, probablemente El Ferrocarril, y en uno de Valparaíso, tal vez La Patria.
Efectivamente, en los días y semanas siguientes, ambos periódicos comenzaron a abandonar su línea periodística que se limitaba a informar del impasse en Antofagasta como parte de una serie de problemas en la política exterior chilena, para adoptar una postura más beligerante. Otros medios se sumaron a este nuevo tono. El 5 de febrero, por ejemplo, el diario Los Tiempos le hacía la siguiente pregunta a sus lectores respecto de Antofagasta:
¿Quién descubrió el cobre ahí? ¿Quién la plata? ¿Quién el guano? ¿Quién el salitre? Nosotros. Estamos ciertos de que vendrá de Bolivia la reacción del buen sentido. Mientras tanto, tengamos seca nuestra pólvora.
Justo el día en que la Compañía de Salitres y Ferrocarril iba salir a remate, el 14 de febrero de 1879, las tropas chilenas desembarcaron en el puerto de Antofagasta. Con ello, se evitaba que la empresa fuese adquirida por una firma de otro país, por ejemplo de Estados Unidos, con lo cual Chile ya no tendría oficialmente un interés en el conflicto. Ese mismo día, la empresa chilena pudo reanudar su producción salitrera. Dos semanas después de la ocupación de Antofagasta, Bolivia le declaró la guerra a Chile, y en virtud de un pacto secreto de asistencia mutua con Perú, este país también entró al conflicto. Un mes después, en abril de 1879, Chile les declaró oficialmente la guerra a ambos países. El conflicto bélico duraría poco más de cuatro años y causaría unos 14 mil muertos, según estimaciones conservadoras.
Llama la atención que tres de los cinco ministro que conformaron el primer gabinete de guerra chileno eran accionistas minoritarios de la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta. Ellos eran Antonio Varas, ministro del Interior; Domingo Santa María, ministro de Relaciones Exteriores, y Jorge Huneeus , ministro de Justicia.
Agustín Edwards Ross sacó dos lecciones valiosas del conflicto de 1879. La primera era que las guerras victoriosas son un negocio muy rentable. La segunda fue que la prensa es un factor clave en formar una opinión pública favorable a los intereses propios. De hecho, su compañía de salitres había logrado transformar un problema contractual entre una empresa y un Estado extranjero en una causa patriótica.
Respecto a la primera lección, los datos avalaban la intuición de Edwards. En 1879 la economía chilena creció 15,2 por ciento y en 1880 se expandió en 12,4 por ciento, los niveles más elevados en toda la segunda mitad del siglo XIX. Además, los negocios personales de Edwards Ross florecieron durante la guerra. Los siguientes acontecimientos ilustran este punto.
Pocas semanas después del comienzo de la guerra, el 31 de julio, apareció ante el notario de Antofagasta el estadounidense Charles C. Greene, el nuevo gerente general de la Compañía de Salitres y Ferrocarril. Greene, quien años después sería el cónsul de Estados Unidos en Antofagasta, pidió a nombre de 21 empleados de la empresa un permiso notarial para explorar yacimientos salitreros y de otros minerales en la región recién ocupada por Chile. Poco después, el 19 de agosto, Greene se presentó ante el nuevo gobernador chileno de Antofagasta e inscribió formalmente 51 estacas de salitre a nombre de este grupo de empleados. Los solicitantes no tuvieron que pagar nada por registrar estos yacimientos. Pues bien, el 29 de enero de 1880 los veintiún empleados que habían obtenido las concesiones comparecieron ante el notario de Antofagasta Benjamín Molina para ceder gratuitamente sus pertenencias a la Compañía de Salitres y Ferrocarril, que pasó así a ser dueño exclusivo de estas minas. El directorio que intervino en esta maniobra estaba compuesto por Agustín Edwards Ross, Francisco Puelma, Miguel Saldías, que era el abogado de la empresa, y Ricardo Escobar, que era el representante de las acciones de Gibbs & Sons.
La operación se mantuvo en secreto por más de 30 años. Pero en 1911 salió a la luz pública cuando Alberto Valenzuela de la Vega, una ciudadano común y corriente que se había enterado de las concesiones, entabló una querella en contra de la compañía con la esperanza de obtener una recompensa por denunciar «bienes fiscales indebidamente poseídos por terceros». Pero el fisco no se hizo parte de la demanda y cuando el conflicto judicial escaló hasta la Corte Suprema, la Compañía de Salitres y Ferrocarril de Antofagasta contrató a un abogado de primer nivel: Luis Barros Borgoño, un ex relator de esa misma corte y futuro vicepresidente de Chile. El juicio recibió bastante publicidad y en algunos diarios, en especial los de mancomunales obreras, era descrito como un ejemplo de cómo la oligarquía y el Estado se confabulaban para favorecer los intereses de los grandes empresarios.
Para cuando sucedieron estos hechos, Edwards Ross ya había fallecido y era su hijo, Agustín Edwards Mac Clure (fundador de El Mercurio de Santiago), quien resguardaba los intereses patrimoniales de la familia en esa compañía que, precisamente a partir de la Guerra del Pacífico, llegó a ser una de las más grandes en el negocio mundial del salitre. Por cierto, la compañía ganó la demanda.
Con el término de la Guerra del Pacífico, Agustín Edwards Ross emergía como una de las figuras más poderosas de Chile. No sólo había logrado expandir la vasta fortuna familiar, sino que ejercía también una enorme influencia empresarial y política. Los Edwards, que habían hecho fortuna en las inhóspitas y polvorientas ciudades y pueblos del norte chico, se instalaban ahora cada vez más cerca del centro mismo del poder.

La transcripción de esta sección del Libro “Agustín Edwards Eastman: una biografía desclasificada del dueño de El Mercurio” (Debate, 2014), del periodista Víctor Herrero, fue obtenida del sitio web de Radio Universidad de Chile:
http://radio.uchile.cl/2015/05/04/la-huella-de-los-edwards-en-la-guerra-del-pacifico
http://www.radiodelmar.cl/rdm/la-influencia-de-agustin-edwards-2o-que-genero-la-guerra-del-pacifico-y-el-bloqueo-de-bolivia-al-mar/#

Afrochilenos, los invisibles de la nación

Antes que Chile fuera Chile, antes que comenzara a formarse la identidad dominante modelada por la imaginación de unas oligarquías extranjerizantes y racistas que gustan disfrazarse de dueños de fundo para el 18, antes incluso que se formaran los modos de la discriminación moderna, en Chile ya había negros. Eran esclavos.

Se dice que el 5 de julio de 1536 Diego de Almagro descubrió Chile. Si seguimos por un momento la torcida idea del descubrimiento, habría que añadir entonces que además del conquistador europeo, blanco, hombre, militar, Chile fue descubierto también por una mujer, negra, africana, esclava. Se llamaba Margarita y era parte de la expedición de Almagro.
Fue así que llegaron los negros a Chile. Antes que Chile fuera Chile, antes que comenzara a formarse la identidad dominante modelada por la imaginación de unas oligarquías extranjerizantes y racistas que gustan disfrazarse de dueños de fundo para el 18, antes incluso que se formaran los modos de la discriminación moderna, en Chile ya había negros. Eran esclavos.
Esclavitud y trata negrera
Según informa una cronología del sitio memoriachilena.cl, en 1558 negros, mulatos y zambos constituían el 20% de la población chilena. En torno a 1600, la crisis de la mano de obra indígena estimuló el ingreso masivo de esclavos africanos. En1702 se estableció la Real Compañía de Guinea, empresa de origen francés dedicada al comercio de esclavos. En 1713 se firmó el tratado entre España e Inglaterra que permitió el ingreso de 400 esclavos anuales desde Buenos Aires a Santiago y Lima. En 1777, el censo del Obispado de Santiago daba cuenta de 38.240 habitantes en la ciudad: 15,2% mulatos y 3,6% son negros; en 1804 la Corona española extendió la libre importación de esclavos al puerto de Valparaíso. Por iniciativa de Manuel de Salas se aprobó en 1811 la ley de libertad de vientres, según la cual ningún esclavo nacería en Chile y en 1823 fue abolida legalmente la esclavitud en Chile. La cronología sobre la esclavitud negra concluye allí. El sufrimiento de los afrochilenos no.
A partir de allí vendría una forma de negación diferente. Si la presencia indígena no podría ser negada por una nación que nacería reclamándose “blanca”, despreciándolos y sometiéndolos, la población afrodescendiente sería, simplemente, invisibilizada. Por generaciones, los niños serían educados en la idea que en Chile, simplemente, no había negros. La retórica patriótica podría enorgullecerse de los triunfos militares en las guerras contra Perú y Bolivia, pero dejaría rigurosamente al margen la masa de población de ascendencia africana que se incorporaría al país expandido.
Mauricio Rugendas - Transporte de un convoy de negros
Transporte de un convoy de negros, pintura de Mauricio Rugendas.
Y es que los negros han formado parte de la nación en unos modos que la cultura del poder no desea recordar. Desde la esclavitud, ellos han ingresado en la historia de Chile vinculados de forma profunda al desarrollo del capitalismo: como mano de obra esclava, como parte de un proceso de trata que hizo de este país un territorio de reproducción y traslado hacia otros puntos del planeta, como pueblos conquistados tras el proceso de expansión capitalista que involucró la Guerra del Guano y del Salitre de 1879 (eufemísticamente llamada “del Pacífico”) y hoy principalmente como población inmigrante desde países de nuestro continente.
Ello fue especialmente claro en un par de regiones del país, donde tuvieron fuerte incidencia en la economía colonial. Se sabe que desde la segunda mitad del siglo XVIII Valparaíso se perfiló como un importante enclave militar y urbano de creciente tráfico mercantil. Como establece la investigadora Teresa Contreras, “además de otras mercancías, se vendían hombres y mujeres que sufrían la esclavización. Unos eran “bozales” traídos de África y otros fueron considerados “criollos-ladinos” pues habían nacido en Hispanoamérica. Para llegar al puerto desde Buenos Aires, la travesía por mar duraba semanas rodeando el Cabo de Hornos y por tierra era aún más largo pues se caminaba hasta Santiago para, luego del duro cruce cordillerano, enfilar hacia la costa.”
La historiadora Montserrat Arré, por su parte, muestra que la élite de Coquimbo, “terrateniente, minera y comerciante, fue el grupo social que detentó mayormente la utilización de esclavos. En base a ello, se puede rastrear la esclavitud de origen africano en los diferentes espacios que utilizó esta clase pudiente: haciendas, estancias, minas e ingenios, villas y en la ciudad de La Serena, en su puerto y comercio. Dentro de este espacio, el tráfico de esclavos, especialmente el de mulatos de “reproducción” local, aparece como un circuito comercial de seres humanos, los cuales salían del seno de las familias de grandes y pequeños comerciantes y terratenientes al mundo de la trata local, y en ocasiones interregional, el cual funcionó hasta la abolición de la esclavitud en Chile, y que mantuvo a los esclavos “atados” principalmente a la élite por la dinámica de venta que operaba”.
Huellas de la guerra
En Arica y Azapa la actual presencia afrodescendientes se relaciona directamente con las consecuencias de la Guerra del Guano y el Salitre. Como se recoge en el documental El Valle de los Negros, en proceso de realización por el Colectivo Rectángulo, tras la guerra el Estado de Chile puso en marcha el proceso de “blanqueamiento” que dio sentido racial y discriminatorio a la llamada “chilenización” del norte.
Llama la atención, especialmente, el testimonio de la abuela Rosa, que narra técnicas como marcar las puertas de los hogares donde vivía un hombre negro, que sitúan en nuestro país, en un pasado dolorosamente cercano, mecánicas que usualmente asociamos a la represión nazi sobre el pueblo judío en la Alemania que se aproximaba a la II Guerra Mundial.
La invisibilidad y la negación del censo
Esos mismos negros, sus hijos, sus nietos, han animado el movimiento por el reconocimiento. La suya ha sido una lucha contra la invisibilización radical, pues a ellos se les ha negado lo más básico: la elemental existencia en la cuenta censal. Como ha dicho el investigador de la CEPAL Martin Hoppenhayn “existe un círculo vicioso con el tema afrodescendiente en Chile, que consiste en que mientras no hayan datos de algún tipo de encuesta de condición socioeconómica, entonces no existe la evidencia cuantitativa que sirva de base y mientras no se cuente con esa evidencia tampoco habrá conciencia y, al no haber conciencia no hay urgencia y mientras no haya urgencia no se incluye.”
Quizás ese olvido mencionado se relacione con la dificultad de sujetar a los afrodescendientes a la idea esencialista de “pueblos originarios” como forma normalizada de inclusión étnica. Si ya es bastante dudoso que la identidad de un pueblo se pueda referir a una situación originaria, en el caso de los negros, la mentalidad nacional está exigida a aceptar su presencia en nuestra historia a partir de aquello que ha eludido más sistemáticamente: la mezcla, la impureza, los incesantes procesos de transculturación que nos han constituido siempre muy lejos de la utopía purista de unas elites que se reclaman parte de la modernidad occidental blanca.
Ellos no pueden reclamar una ubicación originaria, su localización en el contexto americano no puede disfrazarse de ninguna  circunstancia “natural”: no estaban antes, no llegaron espontáneamente, ni siquiera vinieron por su propia voluntad. Su negación es una forma de ocultamiento de todo un proceso de construcción de la riqueza en nuestra historia. Por eso los excluyen, porque reconocerlos implicaría reconocer que la historia de la desigualdad en Chile es, también, la historia de una de las más terribles conductas de la empresa capitalista: el comercio de seres humanos convertidos en “carga” de barcos mercantes, en “bienes” transables, en ganado de reproducción.
Esa negación ha llegado hasta el país “inclusivo” de la posdictadura y apela, ajustada a los tiempos, ya no a la vieja retórica discriminatoria sino a una fría indicación tecnocrática. Como consignó Cristian Báez en el blog Afrochilenos en 2011, después de “un sinfín de reuniones con diversos organismos de Gobierno” como la Presidencia, Mideplan, Secretaria General de Gobierno, Economía (de la que depende el INE), además de representantes del municipio de Arica, la Gobernación Provincial, el Intendente de la región de Arica y Parinacota, el diputado Orlando Vargas y el senador Fluvio Rossi, la posibilidad de incluir a los afrodescendientes en el censo de 2012 fue negada por el INE aludiendo a “temas técnicos”.

http://eldesconcierto.cl/afrochilenos-los-invisibles-de-la-nacion/

martes, 22 de septiembre de 2015

Rasgueo para Rock, Rock & Roll, Rocanrol

Esta basado en los acordes de quintas que pueden verlos en esta sección de mi blog:
Acordes de quintas (5ta)
La diferencia es que solo se usan 2 cuerdas (las 2 superiores del de quinta) en vez de las 3 del acorde.
Intervalo de quinta: desde la Tónica (o 1ra) hasta la quinta (5)
Intervalo de sexta: desde la Tónica (o 1ra) hasta la sexta (6)
Intervalo de séptima menor: desde la Tónica (o 1ra) hasta la séptima menor (7)
Aquí les hice unos gráficos de un intervalo de quinta de un acorde "x" (cualquiera sea este), luego uno de sexta, y por último uno de séptima menor.

Intervalo de quinta

intervalo de quinta

Intervalo de sexta

intervalo de 6ta

Intervalo de séptima menor

intervalo de 7ma



Aquí algunas variantes de como combinamos dichos intervalos:

1) Rasgueo de rock 1

Movemos la púa hacia abajo y hacia arriba en forma continua.
La secuencia es:
   1)  Intervalo de 5ta  (púa hacia abajo)
   2)  Intervalo de 5ta  (púa hacia arriba)
   3)  Intervalo de 6ta  (púa hacia abajo)
   4)  Intervalo de 5ta  (púa hacia arriba)


gráfico de rasgueo o riff de rock, rock & roll, rocanrol en guitarra

2) Rasgueo de rock 2

Movemos la púa hacia abajo y hacia arriba en forma continua.
La secuencia es:
   1)  Intervalo de 5ta  (púa hacia abajo)
   2)  Intervalo de 5ta  (púa hacia arriba)
   3)  Intervalo de 6ta  (púa hacia abajo)
   4)  Intervalo de 6ta  (púa hacia arriba)
Este se usa para el rock del gato de los Ratones Paranóicos

gráfico de rasgueo 2  de rock, rock & roll, rocanrol

3) Rasgueo de rock 3

Movemos la púa hacia abajo y hacia arriba en forma continua pero en algunas veces no se tocan las cuerdas.
La secuencia es:
   1)  Intervalo de 5ta  (púa hacia abajo)
   2)  Intervalo de 5ta  (púa hacia arriba)
   3)  Intervalo de 6ta  (púa hacia abajo)
   4)  sin tocar cuerdas (púa hacia arriba)
   5)  Intervalo de 7ma  (púa hacia abajo)
   6)  sin tocar cuerdas (púa hacia arriba)
   7)  Intervalo de 6ta  (púa hacia abajo)
   8)  Intervalo de 5ta  (púa hacia arriba)
   1)  luego en 1 baja la púa sin tocar cuerdas, repite el ciclo desde 2

O sea se adelanta la primera quinta de la secuencia como se ve en el gráfico:
 Un ejemplo de esto: en la canción "No te portes mal" del grupo GIT 

gráfico de rasgueo 3 de rock, rock & roll, rocanrol en guitarra No te portes mal del grupo GIT

4) Rasgueo de rock 4

Movemos la púa hacia abajo y hacia arriba en forma continua.
La secuencia es:
   1)  Intervalo de 5ta  (púa hacia abajo)
   2)  Intervalo de 5ta  (púa hacia arriba)
   3)  Intervalo de 6ta  (púa hacia abajo)
   4)  Intervalo de 6ta  (púa hacia arriba)
   5)  Intervalo de 7ma  (púa hacia abajo)
   6)  Intervalo de 7ma  (púa hacia arriba)
   7)  Intervalo de 6ta  (púa hacia abajo)
   8)  Intervalo de 6ta  (púa hacia arriba)
Y repite la secuencia.
Se usa (aunque yo no los use) en  Long Tall Sally  y en  versiones de Johnny B Good


gráfico de rasgueo 4 de rock, rock & roll, rocanrol en guitarra

Video tutorial de rock rocanrol guitarra




Aquí los temas que toqué con el link a la letra y los acordes que lleva cada una
Fuente: Acordes D Canciones

Acordes de canciones de rock, rocanrol

La Plaga - Teen Tops 
Juana de Arco - Ratones paranoicos
Rock del Gato - Ratones Paranoicos                    
El Rock de la Carcel - Teen Tops
Jailhouse Rock - Elvis Presley
Zapatos de gamuza azul -Mauricio Moris Birabent
Blue Suede Shoes - Elvis Presley
Presumida - Teen Tops
Ruta 66 - Pappo
No te portes mal - Git
Long Tall Sally -The Beatles
Rock and Roll music - The Beatles
Cowboy - Ratones paranoicos
Un trago para ver mejor - La Missisipi Blues Band
Mi Perro Dinamita - Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota
Johnny B Good - Chuck Berry


Toqué con la guitarra eléctrocriolla que le puse yo el micrófono (vean el video de agregar micrófono a la guitarra)
Algunos temas la usé limpia, otros con la distorsión del equipo y luego terminé tocando con la eléctrica y una distorsión de la pedalera.


http://javi29clases.blogspot.com.ar/2013/03/rasgueo-para-rock-rock-roll-rocanrol.html