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miércoles, 30 de diciembre de 2015

Lyndon LaRouche y la “Nueva Amenaza Roja”

30 de noviembre del 2002
Vuelven las oscuras golondrinas

Lyndon LaRouche y la “Nueva Amenaza Roja”
Wilson García Mérida
Datos & Análisis
Enemigo declarado de Rigoberta Menchú, ideólogo del Pentágono, negociante privado de servicios "anti-terroristas" y socio de Sun Myung Moon, LaRouche es el "líder espiritual" de una emergente camada de funcionarios de la CIA que encabezan las misiones diplomáticas de Estados Unidos en busca de militarizar el mundo
En el último año, asegura James Petras en su ensayo "Cómo funciona el Imperio", la política y la diplomacia de Estados Unidos respecto al Tercer Mundo se han desarrollado bajo una lógica de conquista militar, con amenazas de guerras regionales y un aumento masivo de operaciones de inteligencia y militares clandestinas.
La guerra y ocupación de Afganistán, el inminente ataque sobre Irak, el fallido golpe militar en Venezuela, la aplicación cerrada del Plan Colombia, la venta de aviones y misiles a Chile y, recientemente, los sabotajes para romper el diálogo de los cocaleros y el gobierno en Bolivia, son hechos que confirman que la vía militar norteamericana tiende a imponerse en esta parte del Hemisferio.
La nueva política expansionista norteamericana, que tomó un inusitado impulso tras los atentados del 11 de Septiembre, se desarrolla a través de una casta emergente de funcionarios diplomáticos y militares que actúan como peones de ajedrez en el tablero mundial del Imperio. Estos "operadores" que cumplen misiones planificadas por el Departamento de Estado, la CIA y el Pentágono, están vinculados, además, con poderosas corporaciones y empresas privadas dedicadas al tráfico de armas y venta de "servicios" de Inteligencia, seguimiento y asesoramiento "antiterrorista" en aquellos países donde actúa la millonaria cooperación militar norteamericana.
Uno de los hombres más importantes en este esquema de militarización de la política mundial es el economista Lyndon LaRouche, socio de Sun Myung Moon y principal "padrino" de personajes como Otto Reich, Gary Speer, Donald Rumsfeld, Edwin Meese, Robert Gelbard, etcétera.
La red LaRouche - Moon o la derecha ultra asistémica
A fines de los 70, estando en plena vigencia esquemas como el Plan Cóndor, Lyndon LaRouche ganó fama y fortuna como ideólogo y artífice de la llamada "Iniciativa de Defensa Estratégica" (IDE), adoptada por Ronald Reagan para crear, en el caso latinoamericano, un ejército supranacional bajo la batuta del Pentágono a través del Comando Sur.
La IDE no alcanzó a consumarse debido a los aires democratizadores que refrescaban el enrarecido clima político en los países del Sur, a partir de 1982, con la caída de regímenes como el de García Meza en Bolivia, la transición de Figueiredo en Brasil o la tragedia argentina de las Malvinas.
El interés oculto de LaRouche por la Iniciativa de Defensa Estratégica era la posibilidad de entablar jugosos negocios con los regímenes militarizados que Reagan no pudo conservar en esa coyuntura. El boletín "The Public Eye", elaborado por Political Research Associated, revela en uno de sus reportes que, asociado con el coreano Sun Myung Moon, Lyndon LaRouche creó en 1980 una red para brindar servicios de seguimiento y eliminación de activistas ligados a lo que éstos denominan la "Nueva Amenaza Roja".
En 1986, durante un concilio ultraderechista de fundamentalistas cristianos (organizada conjuntamente por la secta Moon y la organización racista negra del reverendo James Bevel), LaRouche proclamó que no hay manera de erradicar el Sida en el planeta sino "matando homosexuales en las calles a golpe de palos de béisbol".
La nueva "Amenaza Roja" en la paranoia de LaRouche
En el imaginario esquizofrénico de Lyndon LaRouche, que adopta la doctrina de la secta Moon según la cual "todo hombre con poder político es un elegido de Dios" ("Imago Dei"), la "Nueva Amenaza Roja" contra la civilización cristiana está representada por líderes indígenas como Rigoberta Menchú o Evo Morales.
Para LaRouche, "Rigoberta es una mujer del infierno en lo esencial". En 1982, casi una década antes al Premio Nobel de La Paz otorgada a la heroína guatemalteca, LaRouche sugirió al presidente mexicano López Portillo, su amigo y mentor, la eliminación física de Menchú, a quien el fanático norteamericano sindicaba de encabezar una "conspiración maya y azteca contra los valores cristianos". En una entrevista publicada en abril de 1993, Lyndon LaRouche afirma: "Es difícil encontrar un sacerdote azteca tan malvado como Rigoberta Menchú; es la clase de mujer capaz de arrancar el corazón de sus semejantes".
Helga Zepp, esposa de LaRouche, vinculada a un poderoso grupo neofascista de Wierbaden, Alemania, afirmó en Argentina, durante el acto de creación del "Movimiento de Solidaridad Iberoamerica" (mayo del 90), que las democracias corrompen a la humanidad y que "todas las instituciones del oligarquismo y del sistema de Versalles deben ser destruidas y reemplazadas por instituciones que representen los verdaderos intereses de la raza humana".
En 1984, Henry Kissinger emprendió una campaña para proscribir a estas fuerzas "antisistémicas" del escenario político norteamericano, logrando, a partir de una investigación federal que estableció turbios manejos financieros ligados a la droga y al tráfico de armas, el procesamiento de Sun Myung Moon y el encarcelamiento de Lyndon LaRouche, quien cumplió su sentencia entre 1989 y 1994. Pero después de los atentados del 11 de Septiembre del 2001, LaRouche y Moon, y alrededor de éstos una casta de "diplomáticos" formados en la CIA, resultan fichas indispensables para el éxito del nuevo expansionismo norteamericano.
El suculento negocio de la erradicación de cocales
El reporte de "The Public Eye" revela que la red LaRouche - Moon compite en un mercado que florece después de los atentados del 11 de Septiembre, donde grupos privados de espionaje, seguridad, inteligencia y otros "servicios" de contrainsurgencia se disputan el acceso a millonarios programas de lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. LaRouche tiene vasta experiencia en el rubro; aunque su competidor Jhonn Rees denunció que en una operación encubierta en la ex Yugoslavia, para la que fue contratado por Reagan en los ochenta, LaRouche pactó con traficantes de heroína para beneficio propio.
Algunas firmas conocidas en este libre mercado de mercenarios son, además de LaRouche y Rees, Ryan Quade Emerson, asociado al nefasto ex fiscal Edwin Meese, Church League of América, Dyn Corp, Military Professional Resources Inc., Northrop Gruman, Aviation Development Corporation y Eagle Service Tecnology (ESTE). Gran parte de estas empresas son "contratistas" del Departamento de Estado para actuar en acciones de seguimiento, inteligencia e instrucción de las tropas colombianas. ESTE, por ejemplo, es la encargada de utilizar herbicidas aéreos para erradicar cocales. Dyn Corp, la operadora principal del Plan Colombia, obtendrá una ganancia de 200 millones de dólares en cinco años de "contrato anti-terrorista".
LaRouche está interesado en intervenir en la erradicación militarizada de cocales en el Chapare, y al parecer mantiene ya contactos, vía Embajada, con importantes autoridades políticas y militares de Bolivia. Según "Public Eye" el principal representante de LaRouche en Sudamérica, Jeff Steimberg, especialista en seguridad, estuvo en La Paz y Santa Cruz a fines de julio para hacer los amarres necesarios.
En marzo de 1985, LaRouche expuso las bases de su "estrategia" de guerra al narcotráfico, definiendo a este fenómeno como un "enemigo militar" de la civilización. Es una guerra, precisaba, "que debemos librar con las armas de la guerra".
En la "estrategia" ideada por LaRouche no está oculto el interés real de este ideólogo de la guerra: intervenir en el negocio de la venta de armas y de "asesoramiento" en tareas de inteligencia y represión. Bajo la jurisdicción del mando común, escribió LaRouche, "se creará una entidad central de inteligencia contra el narcotráfico, que funcionará a la manera de un estado mayor general, en sus aspectos de inteligencia y planeación", y en ese marco garantiza también la libertad de acción de los mercenarios, fijando "normas que gobiernen las actividades de extranjeros encargados de aportar servicios y asistencia técnica en territorio soberano de cualquier miembro de la alianza".
La idea "coca cero" ya estuvo en la mente de LaRouche hace 17 años, cuando definió que el primer objetivo de esta guerra es "erradicar en las Américas todo cultivo no autorizado de marihuana, coca o amapola".
El Instituto Schiller y sus operaciones encubiertas
Tras el encarcelamiento de LaRouche a fines de los ochenta, su esposa Helga Zeep fundó el Instituto Schiller, una organización encubierta que canaliza los recursos financieros de esta familia hacia actividades políticas reaccionarias en el mundo entero.
El Instituto Schiller concentra sus actividades para Sudamérica con sedes muy activas en Buenos Aires, Montevideo, Asunción y Brasilia. En Argentina promueve abiertamente las actividades del movimiento "Nueva República" del coronel Mohamed Alí Seineldín, recluido en la Prisión Militar de Campo de Mayo tras el frustrado golpe de Estado que encabezó en La Tablada el 3 de diciembre del 91. Seineldín fue un implacable oficial adherido a la Logia Triple A que exterminó a los adversarios del dictador Videla. LaRouche lo postula hoy como "representante del pueblo argentino ante el FMI para negociar la moratoria de la deuda externa".
El Instituto Schiller de Lyndon LaRouche y la secta del reverendo Moon han consolidado su presencia en los principales países del Mercosur. El pasado 14 de junio el municipio de Sao Paolo declaró a LaRouche "ciudadano meritorio paulistano"; y en Asunción comenzaron a intensificar sus campañas de proselitismo "institucional" bajo la cobertura indisimulada del Embajador norteamericano en Paraguay; ¿saben quién?: mister David Greenlee, a la sazón el nuevo Embajador designado para Bolivia.
Junto con Greenlee, los principales funcionarios norteamericanos encargados de hacer cumplir los designios del Imperio en el mundo resultan ser los alumnos aplicados de Lyndon LaRouche. Otto Reich, Donald Rumsfeld y Gary Speer, por ejemplo, son miembros honorarios de la Fundación Schiller e integrantes activos de la secta Moon.


http://www.rebelion.org/hemeroteca/imperio/larouche301102.htm

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