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martes, 11 de noviembre de 2014

El Adversario

"El adversario te mata intelectualmente, te mata moralmente antes de matarte físicamente (…). Te niegan como ser moral, te niegan como ser cultural, cierra los ojos por no ver las evidencias, y después cuenta con tu complejo, con tu alienación cultural, con el condicionamiento y los reflejos de subordinación."
Cheikh Anta Diop: Conferencia de Niamey 1984

Los muros que siguen en pie a 25 años de la caída del muro de Berlín



Un mosaico de vallas cubre un tercio de la frontera de más de 3.000 km entre EE.UU. y México.

Millones de personas conmemorarán este 9 de noviembre el 25º aniversario de la caída del Muro de Berlín.
Pero el mundo sigue plagado de barreras que dividen a países, pueblos y familias desde Brasil a Uzbekistán, desde Cisjordania a México.
BBC Mundo recuerda 11 muros que siguen en pie.

1. Estados Unidos-México

La frontera entre México y EE.UU. se extiende por cerca de 3.200 km.

Más de 10.000 personas han muerto intentando cruzar la forntera, la mayoría debido a las temperaturas del desierto.

El muro construido por EE.UU. para controlar la entrada de indocumentados se extiende por aproximadamente un tercio de la frontera es en realidad un mosaico de vallas de acero y concreto, al que se suman cámaras infrarrojas, sensores, aviones, dirigibles y otros mecanismos.
"Hasta la fecha Estados Unidos ha completado 652 millas (1.050 km) de barreras primarias", le dijo a BBC Mundo Carlos Lazo, vocero de la Oficina de Aduana y Protección de Fronteras estadounidense.

2. Ceuta y Melilla



Los alambres con cuchillas nunca fueron retirados de Ceuta y siguen causando heridas.

Para evitar la entrada masiva de inmigrantes africanos España decidió construyó a finales de los 90 dos barreras físicas en Ceuta y Melilla.

En 2009 una persona murió desangrada por alambres de cuchillas en la valla de Ceuta.

Estas ciudades autónomas ubicadas en territorio africano, al otro lado del estrecho de Gibraltar, representan la entrada más directa a Europa desde África.
La inclusión de cuchillas que generan heridas profundas ha sido uno de los aspectos más condenados de este muro, formado por dos vallas de seis metros de altura y un tendido de alambres tridimensional intermedio de tres metros.

3. Cisjordania

La barrera que divide el territorio entre Israel y Cisjordania, que comenzó a construirse en 2002, está formada por vallas, alambradas, zanjas y placas de cemento de hasta ocho metros de alto.
Algunas secciones tienen también "zonas de separación" de hasta 60 metros.


ONGs y palestinos han denunciado al muro como un mecanismo de apropiamiento ilegal de más tierras.

Israel defiende el muro como un mecanismo para garantizar la seguridad de sus ciudadanos.
Pero los palestinos y organizaciones internacionales lo denuncian como un "muro de apartheid" que ha llevado además al apropiamento ilegal de más tierras.

4. Irlanda del Norte

Las 99 llamadas "líneas" o muros de paz de la capital Belfast comenzaron a ser levantadas hace 40 años para evitar la violencia entre católicos y protestantes.
Sus dimensiones varían desde unos pocos centenares de metros hasta cinco kilómetros.

Muchos residentes de Belfast dicen sentirse más seguros con los muros.

"Están en áreas en las que los nacionalistas (que quieren vivir en una Irlanda unida), y los unionistas (que quieren seguir siendo parte de Reino Unido), viven en zonas contiguas. Existen interfaces o portones de comunicación que se cierran durante la noche y en épocas tensas", explicó Andy Martin, corresponsal de la BBC en Irlanda del Norte.
A diferencia de muchos otros muros, los de Belfast cuentan con apoyo de muchos residentes.

5. Las dos Coreas

La Zona Desmilitarizada de las dos Coreas (ZDC) es una franja de territorio de cuatro kilómetros de ancho por unos 250 kilómetros de largo, que divide a Corea del Norte y Corea del Sur.

La franja entre las dos Coreas fue creada en 1953, cuando tuvo lugar la guerra que dejó cerca de tres millones de víctimas.

La franja fue creada en 1953, cuando un armisticio puso fin a la guerra entre las dos Coreas que dejó más de un millón de muertos.
Un efecto inesperado ha sido el florecimiento en esa zona no habitada de una de las reservas de biodiversidad más ricas de toda Asia.

6. Arabia Saudita-Irak

Cerca de la mitad de la frontera de 900km entre Arabia Saudita y su vecino del norte, Irak, es con la provincia iraquí de Anbar.

El rey Abdalá de Arabia Saudita ordenó “todas las medidas necesarias para proteger al reino de grupos terroristas”.

Y en esa provincia es donde combatientes del grupo yihadista autodenominado Estado Islámico se mueven con libertad, según el corresponsal de seguridad de la BBC, Frank Gardner.
Estado Islámico ya controla gran parte del oeste de Irak y está efectivamente a la puerta de Arabia Saudita, por lo que el reino está alerta.
Físicamente la frontera parece estar asegurada. Desde 2006 Arabia Saudita ha estado reforzando las barreras existentes con un sistema de vallas altas con alambre de púa, patrulladas desde puestos de observación y bases militares, según Gardner.

7. Sahara Occidental

Con más de 2.700 metros de longitud, es considerado el segundo muro más largo del mundo después de la Muralla China.

Las paredes defensivas construidas por Marruecos en el Sahara Occidental tienen una altura de entre dos y tres metros.

El Sahara Occidental es una zona disputada por sus pobladores originales –los saharauis– y Marruecos, que ocupó ese territorio en 1976 luego de que España, la potencia colonial ocupante, se retirara.
Al apropiarse del territorio, Marruecos decidió construir un muro en el desierto para defenderse del Frente Polisario, un movimiento político y militar que busca su independencia de Marruecos y la autodeterminación del pueblo saharaui.
El muro es en realidad un conjunto de seis paredes defensivas. Tiene una altura de entre dos y tres metros y tiene partes de arena, otras de piedra, alambres de espino y minas.

8. Chipre

En 1964 se definió la barrera que partió Chipre en dos, separando a los grecochipriotas en el sur y los turcochipriotas en el norte de la isla.
Una década después, este muro se convirtió en una frontera infranqueable tras la guerra entre ambas comunidades en 1974.

El muro se convirtió en una frontera infranqueable tras la guerra entre ambas comunidades en Chipre en 1974.

La alambrada se extiende 180km y existe una zona de exclusión entre ambas comunidades (conocida como Línea Verde) bajo control de las fuerzas de paz de la ONU.
Esta "tierra de nadie" tiene un ancho que oscila entre tres metros y 7,5km.
Tras la caída del muro de Berlín, Nicosia es la única capital dividida del mundo.

9. India-Pakistán

La frontera que comparten India y Pakistán, ambas potencias nucleares, es una de las más inestables del planeta.

Muros y alambradas se extienden por casi la mitad de los 2.900 kilómetros de línea fronteriza.

Muros, alambradas o fortificaciones se extienden por casi la mitad de los 2.900 kilómetros de línea fronteriza.
A finales de la década de los 80, India comenzó a levantar la barrera con el argumento de "combatir el terrorismo".
Un motivo frecuente de tensión es la valla de alambres, combinados con minas y alta tecnología, conocida como Línea de Control, erigida a casi todo lo largo de la frontera de facto en Cachemira, no reconocida por Pakistán.
India y Pakistán se enfrentaron en tres guerras por el territorio de Cachemira, en 1947, 1965 y 1999.

10. Kuwait-Irak

La delimitación entre Irak y Kuwait con barreras de diverso tipo fue una consecuencia directa de la invasión de Kuwait por parte del entonces gobierno de Saddam Hussein en 1990.

Las barreras entre Kuwait e Irak son una consecuencia directa de la invasión por parte del gobierno de Saddam Hussein.

La primera de ellas empezó a construirse en 1991 por iniciativa de Naciones Unidas para evitar una nueva invasión iraquí.
Tiene 190 kilómetros de longitud y se compone de una cerca electrificada, alambre de púa y muros de arena.
En 2004 Kuwait empezó a instalar una nueva barrera de 217km. El argumento fue que era necesario proteger la frontera norte del país.

11. Uzbekistán: alambres de púas, minas y cercas electrificadas

Uzbekistán ha colocado barreras en gran parte de sus fronteras. El objetivo es, según las autoridades, evitar el ingreso de insurgentes.

Buena parte de los 1.100 kilómetros de frontera que Uzbekistán comparte con Kirguistán están demarcados por barreras de alambre.

En 1999, tras un atentado en la capital, Tashkent, el gobierno uzbeko defendió las barreras como una forma de impedir que militantes del radical Movimiento Islámico de Uzbekistán se infiltraran en su territorio.
Buena parte de los 1.100 kilómetros de frontera que Uzbekistán comparte con Kirguistán están demarcados por barreras de alambre.
En su límite sur, Uzbekistán linda con Afganistán. La barrera de alambre de púa está respaldada por una cerca electrificada.
En la frontera con Tajikistán, de unos 1.500 kilómetros de longitud, la barrera de alambre de púas está reforzada por minas antipersonales.
Esta nota es una actualización y adaptación del material publicado en ocasión del 20º aniversario del Muro de Berlín. Puede ver el contenido original aquí.

MUROS



El Muro de Berlín era la noticia de cada día. De la mañana a la noche leíamos, veíamos, escuchábamos: el Muro de la Vergüenza, el Muro de la Infamia, la Cortina de Hierro...
Por fin, ese muro, que merecía caer, cayó. Pero otros muros han brotado, siguen brotando, en el mundo, y aunque son mucho más grandes que el de Berlín, de ellos se habla poco o nada.
Poco se habla del muro que Estados Unidos está alzando en la frontera mexicana, y poco se habla de las alambradas de Ceuta y Melilla.
Casi nada se habla del Muro de Cisjordania, que perpetúa la ocupación israelí de tierras palestinas y de aquí a poco será 15 veces más largo que el Muro de Berlín.
Y nada, nada de nada, se habla del Muro de Marruecos, que desde hace 20 años perpetúa la ocupación marroquí del Sáhara occidental. Este muro, minado de punta a punta y de punta a punta vigilado por miles de soldados, mide 60 veces más que el Muro de Berlín.
¿Por qué será que hay muros tan altisonantes y muros tan mudos? ¿Será por los muros de la incomunicación, que los grandes medios de comunicación construyen cada día?
En julio de 2004, la Corte Internacional de Justicia de La Haya sentenció que el Muro de Cisjordania violaba el derecho internacional y mandó que se demoliera. Hasta ahora, Israel no se ha enterado.
En octubre de 1975, la misma Corte había dictaminado: "No se establece la existencia de vínculo alguno de soberanía entre el Sahara Occidental y Marruecos". Nos quedamos cortos si decimos que Marruecos fue sordo. Fue peor: al día siguiente de esta resolución desató la invasión, la llamada Marcha verde, y poco después se apoderó a sangre y fuego de esas vastas tierras ajenas y expulsó a la mayoría de la población.
Y ahí sigue.
Mil y una resoluciones de las Naciones Unidas han confirmado el derecho a la autodeterminación del pueblo saharaui.

¿De qué han servido esas resoluciones? Se iba a hacer un plesbiscito, para que la población decidiera su destino. Para asegurarse la victoria, el monarca de Marruecos llenó de marroquíes el territorio invadido. Pero al poco tiempo, ni siquiera los marroquíes fueron dignos de su confianza. Y el rey, que había dicho sí, dijo que quién sabe. Y después dijo no, y ahora su hijo, heredero del trono, también dice no. La negativa equivale a una confesión. Negando el derecho de voto, Marruecos confiesa que ha robado un país.
¿Lo seguiremos aceptando, como si tal cosa? ¿Aceptando que en la democracia universal los súbditos sólo podemos ejercer el derecho de obediencia?
¿De qué han servido las mil y una resoluciones de las Naciones Unidas contra la ocupación israelí de los territorios palestinos? ¿Y las mil y una resoluciones contra el bloqueo de Cuba?
El viejo proverbio enseña:
La hipocresía es el impuesto que el vicio paga a la virtud.
El patriotismo es, hoy por hoy, un privilegio de las naciones dominantes.
Cuando lo practican las naciones dominadas, el patriotismo se hace sospechoso de populismo o terrorismo, o simplemente no merece la menor atención.
Los patriotas saharauis, que desde hace 30 años luchan por recuperar su lugar en el mundo, han logrado el reconocimiento diplomático de 82 países.
Entre ellos, mi país, el Uruguay, que recientemente se ha sumado a la gran mayoría de los países latinoamericanos y africanos.
Pero Europa, no. Ningún país europeo ha reconocido a la República Saharaui.
España, tampoco. Este es un grave caso de irresponsabilidad, o quizá de amnesia, o al menos de desamor. Hasta hace 30 años el Sahara era colonia de España, y España tenía el deber legal y moral de amparar su independencia.
¿Qué dejó allí el dominio imperial? Al cabo de un siglo, ¿a cuántos universitarios formó? En total, tres: un médico, un abogado y un perito mercantil. Eso dejó. Y dejó una traición. España sirvió en bandeja esa tierra y esas gentes para que fueran devoradas por el reino de Marruecos.
Desde entonces, el Sahara es la última colonia del Africa. Le han usurpado la independencia.
¿Por qué será que los ojos se niegan a ver lo que rompe los ojos?
¿Será porque los saharauis han sido una moneda de cambio, ofrecida por empresas y países que compran a Marruecos lo que Marruecos vende aunque no sea suyo?
Hace un par de años, Javier Corcuera entrevistó, en un hospital de Bagdad, a una víctima de los bombardeos contra Irak. Una bomba le había destrozado un brazo. Y ella, que tenía ocho años de edad y había sufrido once operaciones, dijo:
-Ojalá no tuviéramos petróleo.
Quizás el pueblo del Sahara es culpable porque en sus largas costas reside el mayor tesoro pesquero del océano Atlántico y porque bajo las inmensidades de arena, que tan vacías parecen, yace la mayor reserva mundial de fosfatos y quizá también hay petróleo, gas y uranio.
En el Corán podría estar, aunque no esté, esta profecía:
Las riquezas naturales serán la maldición de las gentes.
Los campamentos de refugiados, al sur de Argelia, están en el más desierto de los desiertos. Es una vastísima nada, rodeada de nada, donde sólo crecen las piedras. Y sin embargo, en esas arideces, y en las zonas liberadas, que no son mucho mejores, los saharauis han sido capaces de crear la sociedad más abierta, y la menos machista, de todo el mundo musulmán.
Este milagro de los saharauis, que son muy pobres y muy pocos, no sólo se explica por su porfiada voluntad de ser libres, que eso sí que sobra en esos lugares donde todo falta: también se explica, en gran medida, por la solidaridad internacional.
Y la mayor parte de la ayuda proviene de los pueblos de España. Su energía
solidaria, memoria y fuente de dignidad, es mucho más poderosa que los vaivenes de los gobiernos y los mezquinos cálculos de las empresas.
Digo solidaridad, no caridad. La caridad humilla. No se equivoca el proverbio africano que dice: La mano que recibe está siempre debajo de la mano que da.
Los saharauis esperan. Están condenados a pena de angustia perpetua y de perpetua nostalgia. Los campamentos de refugiados llevan los nombres de sus ciudades secuestradas, sus perdidos lugares de encuentro, sus querencias: El Aaiún, Smara...
Ellos se llaman hijos de las nubes, porque desde siempre persiguen la lluvia.
Desde hace más de 30 años persiguen, también, la justicia, que en el mundo de nuestro tiempo parece más esquiva que el agua en el desierto.

Entre Muros, guetos en la ciudad de Buenos Aires


Hoy el gobierno de la ciudad de Buenos Aires se encuentra levantando un muro en la Villa 31 en el barrio de Retiro. Al comienzo de su gobierno, el ingeniero Mauricio Macri, propuso erradicar la villa, pero a poco andar se dio cuenta que ello no era posible y resuelve ahora construir un muro de hierro y hormigón.

Lunes 10 de Noviembre de 2014
Por Victor Ramos*

Desde la construcción del Muro de Berlín en 1961 cuando se dividió la ciudad en dos, verificamos que esa clase de barreras no obtuvieron los resultados esperados. Aun así, Estados Unidos construyó una nueva muralla de 2.500 kilómetros para impedir el ingreso de ciudadanos mexicanos, que como sabemos resultó inútil para frenar el flujo migratorio. Israel por su parte levantó otro muro en Jerusalén para separarse de los palestinos. La gran pared de hormigón no logró la paz. Tal vez generó el efecto contrario, desatando mayores resentimientos.
Hoy el gobierno de la ciudad de Buenos Aires se encuentra levantando un muro en la Villa 31 en el barrio de Retiro. Al comienzo de su gobierno, el ingeniero Mauricio Macri, propuso erradicar la villa, pero a poco andar se dio cuenta que ello no era posible y resuelve ahora construir un muro de hierro y hormigón.
¿Cuál es el propósito de dicho muro? Funcionarios del gobierno municipal dejaron trascender que es para evitar que chicos de la Villa tiren piedras a los autos e impedir que se cruce la autopista por lugares no habilitados.
El muro de Macri en Villa 31 no impedirá se tiren piedras; solo deberán arrojarla hacia arriba y con un poco de mayor fuerza. Tampoco impedirá que en poco tiempo, observemos huecos para el paso de personas y barrotes retorcidos.
Por el lado del gobierno nacional, el ministro del Interior, Florencio Randazzo, se encuentra levantando del lado opuesto de la villa, otro muro para separarla del tren, con los mismos argumentos que el gobierno de la ciudad.
El ferrocarril, que tiene la tradición de fundar pueblos, en lugar de cumplir un rol social con los barrios pobres que atraviesa, con medias como ésta los cierra. Tanto Macri como Randazzo convertirán a la emblemática Villa 31, bautizada por los vecinos con el nombre de “Padre Carlos Mugica”, en un gueto. El Ministerio del Interior lo cierra por un lado y la ciudad por el otro.
 La construcción de estos “muros sociales” son gastos improductivos, conflictivos permanentes y fracasos asegurados.
El intento de esconder a  los pobres con un muro tiene un conocido antecedente con el intendente de la ciudad, Osvaldo Cacciatore. Con motivo de la llegada de turistas para el Campeonato Mundial de Futbol en 1978, el funcionario construyó una tapia sobre Av. Trabajo (hoy Av. Eva Perón) impidiendo que desde la calle se vea la precaria Villa 15; luego conocida como “Ciudad Oculta”. En esos años ese era el paso obligado al aeropuerto  internacional de Ezeiza. El muro no alcanzó para mejorar la percepción de la Argentina en el exterior.
El primer paredón en la historia de la humanidad fue tan grande como inoperante. Su obra comenzó en el Siglo V a. C. se trató de la Muralla China que como sabemos, Gengis Khan y el pobrerío nómade que lo seguía lo pasó por arriba. Mucha sangre después, se convirtió en un atractivo turístico.
Los estudios migratorios y la tendencia de nuestro país indican que las ciudades tienden a un aumento  poblacional en desmedro de las zonas rurales. Si bien la ciudad de Buenos Aire ha mantenido su nivel de población en los últimos años, se ha producido una migración de sectores medios-altos a los barrios cerrados del conurbano producto de la inseguridad.
La inseguridad y la violencia no se resuelven con muros. Se escucha decir que “los ladrones de antes” no eran violentos. Y se compara con los de hoy: “ahora te matan por un celular” o “los que te asaltan vienen drogados, te matan por dos pesos”. 
El gobierno de la ciudad responde contratando más personal armado y funda la Policía Metropolitana, sumándose a las otras fuerzas que ya actúan en el distrito: la Policía Federal, la Prefectura y Gendarmería Nacional. También interviene en nuestra ciudad la Policía Aeroportuaria y la Policía Ferroviaria. Falta la Fuerza Aérea y estamos completos!
Lo que falta no es mayor represión. Lo que falta es mayor integración. Como dice el Padre Pepe y el Papa Francisco: Integración Urbana. Este concepto es revolucionario, por lo que lo pasaremos a denominar Revolución Urbana.
Vivimos en la ciudad más rica del país y de América Latina con un sector carenciado absolutamente minoritario. Apenas el 5 % de los habitantes de la ciudad tienen problemas habitacionales y marginalidad.
Con solo disponer la urbanización de unos pocos focos de pobreza de la ciudad en Villa 21 de Barracas, 31 de Retiro y 1.11.14 de Flores y 20 de Lugano terminaremos con el hacinamiento de miles de jóvenes que no ven un futuro para sus vidas. El hacinamiento es la causa principal de la violencia.
En lugar de muros, debemos realizar apertura de calles, asegurar agua potable, cloacas e iluminación. En lugar de recortar el presupuesto a los planes de infancia y adolescencia: aumentarlos e implementar centros de día y noche en las villas contra las adicciones.
Solo con justicia social y el reparto equitativo del presupuesto de la ciudad, terminaremos con la violencia que algunos llaman “irracional” porque no comprenden el trasfondo humano de la situación y el derecho a la vida y a la calidad de vida.
Solo transformando las villas en barrios y garantizando la igualdad de derechos terminaremos con la inseguridad que preocupa a todos.

*Víctor Ramos
Candidato a Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, por el Partido Justicialista en el Frente para la Victoria.