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martes, 8 de noviembre de 2016

“El Exodo no existió”, afirma el arqueólogo Israel Finkelstein

Luisa Corradini / Diario Judío México – Israel Finkelstein es un hombre de suerte: aunque sus trabajos de arqueología cuestionan el origen divino de los primeros libros del Antiguo Testamento, judíos y católicos acogen sus hipótesis con auténtico interés y, curiosamente, no lo estigmatizan.
Este enfant terrible de la ciencia revolucionó la nueva arqueología bíblica cuando afirmó que la saga histórica relatada en los cinco libros que conforman el Pentateuco de los cristianos y la Torá de los judíos no responde a ninguna revelación divina. Dijo que, por el contrario, esa gesta es un brillante producto de la imaginación humana y que muchos de sus episodios nunca existieron.
El Pentateuco “es una genial reconstrucción literaria y política de la génesis del pueblo judío, realizada 1500 años después de lo que siempre creímos”, sostiene Finkelstein, de 57 años, director del Instituto de Arqueología de la Universidad de Tel Aviv.
“Los primeros israelitas eran pastores nómadas de Canaán”, dice Finkelstein.
Añade que esos textos bíblicos son una compilación iniciada durante la monarquía de Josías, rey de Judá, en el siglo VII a.C. En aquel momento, ese reino israelita del Sur comenzó a surgir como potencia regional, en una época en la cual Israel (reino israelita del Norte) había caído bajo control del imperio asirio.
El principal objetivo de esa obra era crear una nación unificada, que pudiera cimentarse en una nueva religión. El proyecto, que marcó el nacimiento de la idea monoteísta, era constituir un solo pueblo judío, guiado por un solo Dios, gobernado por un solo rey, con una sola capital, Jerusalén, y un solo templo, el de Salomón. En sus trabajos, que han marcado a generaciones de la nueva escuela de la arqueología bíblica, Finkelstein establece una coherencia entre los cinco libros del Pentateuco: el Génesis, el Exodo, el Levítico, los Números y el Deuteronomio. Los siglos nos han traído esos episodios que relatan la creación del hombre, la vida del patriarca Abraham y su familia -fundadores de la nación judía-, el éxodo de Egipto, la instalación en la tierra prometida y la época de los Reyes. Según Finkelstein, esos relatos fueron embellecidos para servir al proyecto del rey Josías de reconciliar a los dos reinos israelitas (Israel y Judá) e imponerse frente a los grandes imperios regionales: Asiria, Egipto y Mesopotamia. El arqueólogo recibió a LA NACION en la Universidad de Tel Aviv.
-Durante más de veinte siglos, los hombres creyeron que Dios había dictado las Escrituras a un cierto número de sabios, profetas y grandes sacerdotes israelitas.
-Así es. Para las autoridades religiosas, judías y cristianas, Moisés era el autor del Pentateuco. Según el Deuteronomio, el profeta lo escribió poco antes de su muerte, en el monte Nebo. Los libros de Josué, de los Jueces y de Samuel eran archivos sagrados, obtenidos y conservados por el profeta Samuel en el santuario de Silo, y los libros de los Reyes venían de la pluma del profeta Jeremías. Así también, David era el autor de los Salmos y Salomón, el de los Proverbios y el del Cantar de los Cantares.
-Y sin embargo?
-Desde el siglo XVII, los expertos comenzaron a preguntarse quién había escrito la Biblia. Moisés fue la primera víctima de los avances de la investigación científica, que planteó cantidad de contradicciones. ¿Cómo es posible -preguntaron los especialistas- que haya sido el autor del Pentateuco cuando el Deuteronomio, el último de los cinco libros, describe el momento y las circunstancias de su propia muerte?
-Usted afirma que el Pentateuco fue escrito en una época mucho más reciente.
-La arqueología moderna nos permite asegurar que el núcleo histórico del Pentateuco y de la historia deuteronómica fue compuesto durante el siglo VII antes de Cristo. El Pentateuco fue una creación de la monarquía tardía del reino de Judá, destinada a propagar la ideología y las necesidades de ese reino. Creo que la historia deuteronómica fue compilada, durante el reino de Josías, a fin de servir de fundamento ideológico a ambiciones políticas y reformas religiosas particulares.
-Según la Biblia, primero fue el viaje del patriarca Abraham de la Mesopotamia a Canaán. El relato bíblico abunda en informaciones cronológicas precisas.
-Es verdad. La Biblia libra una cantidad de informaciones que deberían permitir saber cuándo vivieron los patriarcas. En ese relato, la historia de los comienzos de Israel se desarrolla en secuencias bien ordenadas: los Patriarcas, el Exodo, la travesía del desierto, la conquista de Canaán, el reino de los Jueces, el establecimiento de la monarquía. Haciendo cálculos, Abraham debería de haber partido hacia Canaán unos 2100 años antes de Cristo.
-¿Y no es así?
-No. En dos siglos de investigación científica, la búsqueda de los patriarcas nunca dio resultados positivos. La supuesta migración hacia el Oeste de tribus provenientes de la Mesopotamia, con destino a Canaán, se reveló ilusoria. La arqueología ha probado que en esa época no se produjo ningún movimiento masivo de población. El texto bíblico da indicios que permiten precisar el momento de la composición final del libro de los Patriarcas. Por ejemplo, la historia de los patriarcas está llena de camellos. Sin embargo, la arqueología revela que el dromedario sólo fue domesticado cuando se acababa el segundo milenio anterior a la era cristiana y que comenzó a ser utilizado como animal de carga en Medio Oriente mucho después del año 1000 a.C. La historia de José dice que la caravana de camellos transporta “goma tragacanto, bálsamo y láudano”. Esa inscripción corresponde al comercio realizado por los mercaderes árabes bajo control del imperio asirio en los siglos VIII y VII a.C. Otro hecho anacrónico es la primera aparición de los filisteos en el relato, cuando Isaac encuentra a Abimelech, rey de los filisteos. Esos filisteos -grupo migratorio proveniente del mar Egeo o de Asia Menor- se establecieron en la llanura litoral de Canaán a partir de 1200 a.C. Esos y otros detalles prueban que esos textos fueron escritos entre los siglos VIII y VII a.C.
-El heroísmo de Moisés frente a la tiranía del faraón, las diez plagas de Egipto y el éxodo masivo de israelitas hacia Canaán son algunos de los episodios más dramáticos de la Biblia. ¿También eso es leyenda?
-Según la Biblia, los descendientes del patriarca Jacob permanecieron 430 años en Egipto antes de iniciar el éxodo hacia la Tierra Prometida, guiados por Moisés, a mediados del siglo XV a.C. Otra posibilidad es que ese viaje se haya producido dos siglos después. Los textos sagrados afirman que 600.000 hebreos cruzaron el Mar Rojo y que erraron durante 40 años por el desierto antes de llegar al monte Sinaí, donde Moisés selló la alianza de su pueblo con Dios. Sin embargo, los archivos egipcios, que consignaban todos los acontecimientos administrativos del reino faraónico, no conservaron ningún rastro de una presencia judía durante más de cuatro siglos en su territorio. Tampoco existían, en esas fechas, muchos sitios mencionados en el relato. Las ciudades de Pitom y Ramsés, que habrían sido construidas por los hebreos esclavos antes de partir, no existían en el siglo XV a.C. En cuanto al Exodo, desde el punto de vista científico no resiste el análisis.
-¿Por qué?
-Porque, desde el siglo XVI a.C., Egipto había construido en toda la región una serie de fuertes militares, perfectamente administrados y equipados. Nada, desde el litoral oriental del Nilo hasta el más alejado de los pueblos de Canaán, escapaba a su control. Casi dos millones de israelitas que hubieran huido por el desierto durante 40 años tendrían que haber llamado la atención de esas tropas. Sin embargo, ni una estela de la época hace referencia a esa gente. Tampoco existieron las grandes batallas mencionadas en los textos sagrados. La orgullosa Jericó, cuyos muros se desplomaron con el sonar de las trompetas de los hebreos, era entonces un pobre caserío. Tampoco existían otros sitios célebres, como Bersheba o Edom. No había ningún rey en Edom para enfrentar a los israelitas. Esos sitios existieron, pero mucho tiempo después del Exodo, mucho después de la emergencia del reino de Judá. Ni siquiera hay rastros dejados por esa gente en su peregrinación de 40 años. Hemos sido capaces de hallar rastros de minúsculos caseríos de 40 o 50 personas. A menos que esa multitud nunca se haya detenido a dormir, comer o descansar: no existe el menor indicio de su paso por el desierto.
-En resumen, los hebreos nunca conquistaron Palestina.
-Nunca. Porque ya estaban allí. Los primeros israelitas eran pastores nómadas de Canaán que se instalaron en las regiones montañosas en el siglo XII a.C. Allí, unas 250 comunidades muy reducidas vivieron de la agricultura, aisladas unas de otras, sin administración ni organización política. Todas las excavaciones en la región exhumaron vestigios de poblados con silos para cereales, pero también de corrales rudimentarios. Esto nos lleva a pensar que esos individuos habían sido nómadas que se convirtieron en agricultores. Pero ésa fue la tercera ola de instalación sedentaria registrada en la región desde el 3500 a.C. Esos pobladores pasaban alternativamente del sedentarismo al nomadismo pastoral con mucha facilidad.
-¿Por qué?
-Ese tipo de fluctuación era muy frecuente en Medio Oriente. Los pueblos autóctonos siempre supieron operar una rápida transición de la actividad agrícola a la pastoral en función de las condiciones políticas, económicas o climáticas. En este caso, en épocas de nomadismo, esos grupos intercambiaban la carne de sus manadas por cereales con las ricas ciudades cananeas del litoral. Pero cuando éstas eran víctimas de invasiones, crisis económicas o sequías, esos pastores se veían forzados a procurarse los granos necesarios para su subsistencia y se instalaban a cultivar en las colinas. Ese proceso es el opuesto al que relata la Biblia: la emergencia de Israel fue el resultado, no la causa, del derrumbe de la cultura cananea.
-Pero entonces, si esos primeros israelitas eran también originarios de Canaán, ¿cómo identificarlos?
-Los pueblos disponen de todo tipo de medios para afirmar su etnicidad: la lengua, la religión, la indumentaria, los ritos funerarios, los tabúes alimentarios. En este caso, la cultura material no propone ningún indicio revelador en cuanto a dialectos, ritos religiosos, formas de vestirse o de enterrar a los muertos. Hay un detalle muy interesante sobre sus costumbres alimentarias: nunca, en ningún poblado israelita, fueron exhumados huesos de cerdo. En esa época, los primeros israelitas eran el único pueblo de esa región que no comía cerdo.
-¿Cuál es la razón?
-No lo sabemos. Quizá los protoisraelitas dejaron de comer cerdo porque sus adversarios lo hacían en profusión y ellos querían ser diferentes. El monoteísmo, los relatos del Exodo y la alianza establecida por los hebreos con Dios hicieron su aparición mucho más tarde en la historia, 500 años después. Cuando los judíos actuales observan esa prohibición, no hacen más que perpetuar la práctica más antigua de la cultura de su pueblo verificada por la arqueología.
-En el siglo X a.C. las tribus de Israel formaron una monarquía unificada -el reino de Judá- bajo la égida del rey David. David y su hijo, Salomón, servirán de modelo a las monarquías de Occidente. ¿Tampoco ellos fueron lo que siempre se creyó?
-Tampoco en este caso la arqueología ha sido capaz de encontrar pruebas del imperio que nos legó la Biblia: ni en los archivos egipcios ni en el subsuelo palestino. David, sucesor del primer rey, Saúl, probablemente existió entre 1010 y 970 a.C. Una única estela encontrada en el santuario de Tel Dan, en el norte de Palestina, menciona “la casa de David”. Pero nada prueba que se haya tratado del conquistador que evocan las Escrituras, capaz de derrotar a Goliat. Es improbable que David haya sido capaz de conquistas militares a más de un día de marcha de Judá. La Jerusalén de entonces, escogida por el soberano como su capital, era un pequeño poblado, rodeado de aldeas poco habitadas. ¿Dónde el más carismático de los reyes hubiera podido reclutar los soldados y reunir el armamento necesarios para conquistar y conservar un imperio que se extendía desde el Mar Rojo, al Sur, hasta Siria, al Norte? Salomón, constructor del Templo y del palacio de Samaria, probablemente tampoco haya sido el personaje glorioso que nos legó la Biblia.
-¿Y de dónde salieron sus fabulosos establos para 400.000 caballos, cuyos vestigios sí se han encontrado?
-Fueron criaderos instalados en el Sur por el reino de Israel varios decenios más tarde. A la muerte de Salomón, alrededor del 933 a.C., las tribus del norte de Palestina se separaron del reino unificado de Judá y constituyeron el reino de Israel. Un reino que, contrariamente a lo que afirma la Biblia, se desarrolló rápido, económica y políticamente. Los textos sagrados nos describen las tribus del Norte como bandas de fracasados y pusilánimes, inclinados al pecado y a la idolatría. Sin embargo, la arqueología nos da buenas razones para creer que, de las dos entidades existentes, la meridional (Judá) fue siempre más pobre, menos poblada, más rústica y menos influyente. Hasta el día en que alcanzó una prosperidad espectacular. Esto se produjo después de la caída del reino nórdico de Israel, ocupado por el poderoso imperio asirio, que no sólo deportó hacia Babilonia a los israelitas, sino que además instaló a su propia gente en esas fértiles tierras.
-¿Fue, entonces, durante el reino de Josías en Judá cuando surgió la idea de ese texto que se transformaría en fundamento de nuestra civilización occidental y origen del monoteísmo?
-Hacia fines del siglo VII a.C. hubo en Judá un fermento espiritual sin precedente y una intensa agitación política. Una coalición heteróclita de funcionarios de la corte sería responsable de la confección de una saga épica compuesta por una colección de relatos históricos, recuerdos, leyendas, cuentos populares, anécdotas, predicciones y poemas antiguos. Esa obra maestra de la literatura -mitad composición original, mitad adaptación de versiones anteriores- pasó por ajustes y mejoras antes de servir de fundamento espiritual a los descendientes del pueblo de Judá y a innumerables comunidades en todo el mundo.
-El núcleo del Pentateuco fue concebido, entonces, quince siglos después de lo que creíamos. ¿Sólo por razones políticas? ¿Con el fin de unificar los dos reinos israelitas?
-El objetivo fue religioso. Los dirigentes de Jerusalén lanzaron un anatema contra la más mínima expresión de veneración de deidades extranjeras, acusadas de ser el origen de los infortunios que padecía el pueblo judío. Pusieron en marcha una campaña de purificación religiosa, ordenando la destrucción de los santuarios locales. A partir de ese momento, el templo que dominaba Jerusalén debía ser reconocido como único sitio de culto legítimo por el conjunto del pueblo de Israel. El monoteísmo moderno nació de esa innovación.
Fuente: mensuarioidentidad http://diariojudio.com/opinion/el-exodo-no-existio-afirma-el-arqueologo-israel-finkelstein/218720/

Fascistas turcos: los “Lobos Grises”

No solo los islamistas fanáticos roban la tranquilidad, tambien los nacionalistas turcos. Una agrupación da a menudo mucho de que hablar: los “Lobos Grises, en turco “Boz kurt“, es un símbolo de losturcos de extrema derecha.
Desde los años 30 su objetivo es la dictadura racista y extremista. Su lema es: “La raza turca está sobre todas las razas”
Paralelamente a su desarrollo en Turquía se organizan tambien en el extranjero, sobretodo en Alemania.
El partido MHP (partido del movimiento nacionalista) con su organización de jóvenes “Lobos grises” existe oficialmente en el extranjero desde 1973, pero se fundó inoficialmente en Alemania con su central en Ludwighafen y sucursales en 40 ciudades. Èsto no solo sirve al apoyo económico y logístico sino tambien a la política turca que de esta manera tambien puede perseguir a los críticos del regimen en el extranjero, además amenazarlos y asesinarlos o mandarlos a asesinar.
Los “Lobos grises” en Alemania:
Los fascistas turcos comenzaron a organizarse en la década de los 60 en Alemania bajo los nombres de “comunidades turcas“, “unión de idealistas” o simplemente “unión cultural“.
En 1970 se produjo una cooperación estrecha entre los fascistas turcos y los fascistas alemanes del NPD (el partido alemán nazi que hoy dia gana cada vez más adeptos y más escanios como “Partido nacionalista alemán”). Esta relación está comprobada por cartas entre los dirigentes de ambos partidos; Alpaslan Türkes y Adolf von Thadden. Mientras Türkes hablaba de un vínculo necesario del MHP con el NPD, von Thadden estimuló un intercambio intenso entre las juventudes de ambos partidos. En 1977 Türkes agradeció ampliamente el generoso apoyo financiero del NPD para las elecciones políticas del MHP. La “Unión nacionalista de escolares” fundó en 1980 una “organisación de construcción” para el alistamiento de jóvenes turcos fachistas. La fraternidad de los fascistas alemanes y los fascistas turcos ha renacido.
El desarrollo del movimiento fachista turco en Alemania está relacionado con la situación en Turquía y en Curdistan.
En el año 1976 la organización logró salvarse de la prohibición del movimiento en Alemania bajo el pseudónimo de “unión de idealistas independientes“. A partir de este momento comenzó a extenderse el terror sistemático contra la oposición turca y curda.
La unión de idealistas del MHP realizó numerosos atentados contra turcos y contra curdos de izquierdas. El caso más conocido de este terror es el asesinato al profesor y sindicalista Celattin Kesim en Berlin – Oeste en enero de 1980.
Para una mejor coordinación se unificaron todas las organizaciones del partido en la “Federación de organizaciones democrático-idealistas turcas en Europa/Türk-Föderation”
Alpaslan Türkes
El actual “führer” del fachista MHP, tenía ya en los años 40 un rol decisivo en el movimiento del pan-turquismo. En 1944 fué encarcelado porque como dirigente del movimiento fascista intentó poner a Turquía de forma activa en la segunda guerra mundial del lado del fascismo alemán.
En los procesos se expresó de esta manera:
Lo considero como un gran honor ser condenado por tiranía y racismo. La administración del Estado a travéz de personas de raza turca es una necesidad vital. Los habitantes de Turquía no turcos con nacionalidad turca son los bosniacos, lazos, árabes y curdos que deberían ser enviados hacia los paises a los que pertencen
Con ésto Türkes no se diferenció del concepto del Estado turco de la época.
En 1930 el ministro de justicia Mehmet Esat declaró:
En Turquía hay más libertad que en cualquier parte del mundo. Este es un país de los turcos. Quien no es de ascendencia pura turca tiene un solo derecho en este pais: El derecho a ser un servidor, el derecho a ser esclavo
En 1958 Türkis estuvo en una misión militar en Washington y obtuvo contactos estrechos con la CIAPentagono. En el mismo año visitó la “Escuela para la técnica atómica y nuclear” en Alemania.
Pertenecía en 1960 a los 32 oficiales que derribaron el gobierno de Menderes. Tras el golpe fue nombrado secretario personal del nuevo lider del poder, el general Gürsel. Allí seguía intentando impartir detrás de los bastidores sus ideas pan-turcas. Pero luego fue retirado de la política y fue enviado como embajador a Nueva-Delhi.
Tras su regreso a Turquía en el año 1964 se concentró en la construcción del partido MHP/“Lobos Grises“. A causa de la prohibición del MHP en el año 1980 se le negó la actividad política. A pesar de ésto ha podido continuar con su rol de incitador fascista.
Todo esto no le ha impedido sus numerosas visitas oficiales a Alemania.
Los turcos “Lobos grises”: ideología racista-nacionalista, islámica-antidemocrática.
Hasta 1980 los Lobos grises realizaron más de 5000 homicidios.
Símbolo nacionalista del movimiento es el lobo gris (en turco; „Bozkurt“)
Su punto de partida es un nacionalismo impregnado por el pan-turquismo. Este nacionalismo contiene un fuerte racismo contra todas las personas que no son turcas, particularmente contra las minorías del pais.
Están por todo el mundo unidos a travez de redes y distribuyen en internet propaganda contra los judíos y los curdos.
Los Lobos grises son confundidos frecuentemente con el movimiento de los Milli-Görüş, pero mientras los Milli-Görüş tambien persiguen objetivos fuertemente islamistas, los Lobos Grisestienen principalmente objetivos nacionalistas.
Su ideología vive de las imágenes de enemigos, los miedos del pueblo son avivados mediante escenarios amenazantes y distintas variantes de teorías confabulatorias.
De este modo los Lobos Grises, con su ideología étnica, racista-nacionalista, fuertemente islamista, con su disposición a la violencia y su principio de estructura dirigente y totalitaria, crean alimento para movimientos islámicos extremistas.
En Colonia se encuentra la Central de la “Unión turca-islámica en Alemania“, esta organización apoya los fines políticos del MHP. Un punto de encuentro de los Lobos Grises es, según los conocimientos de la policía y de la justicia, una mezquita en Mülheim.
Además, estos fascistas turcos niegan el exterminio hacia los armenios: el hecho de que el patriotismo turco no quiera saber nada del exterminio a los armenios ha llegado hace tiempo tambien a Alemania, esta actitud de negación ya es impartida en todos lados, hasta en las escuelas.
Mehmet Ali Ağca, quien en 1981 hizo el atentado contra el Papa Juan Pablo II, era miembro de los Lobos Grises.


https://noticiasdeeurabia.wordpress.com/2006/11/14/fachistas-turcos-los-lobos-grises/