viernes, 25 de septiembre de 2015
Pascua Lama, un tercer país en la Cordillera de los Andes
El proyecto minero Pascua-Lama de Barrick Gold tendrá su propio hospital, con sala de operaciones e instalaciones de rayos X, un centro de deportes cubierto y viviendas para hasta 10.000 personas.
Tiene su propia aduana y oficina de inmigración en uno de los cruces fronterizos más altos del mundo, a una altura de 3.700 metros.
Y los vuelos charter exclusivos salen de La Serena, Chile, y la capital del país, Santiago, llevando ingenieros, trabajadores de las minas y algún periodista ocasional, apenas rozando las copas de la cordillera de los Andes antes de aterrizar en la pista de Pascua-Lama.
Incluso tiene su propio equipo de fútbol – probablemente un éxito, debido a la altitud en la que los jugadores entrenan.
Se rige por un tratado tributario especial, que establece cómo se les pagarán impuestos y regalías a Chile y Argentina, y por las normas establecidas en el Tratado Minero Binacional Integrado firmado entre los dos países en 1997.
Entre otras cosas, el tratado minero le otorga a una empresa derechos exclusivos para usar el agua y otros recursos naturales que se encuentran dentro del territorio, y suspende las prohibiciones constitucionales de ambos países sobre la actividad económica o la propiedad extranjera cerca de la frontera.
El Protocolo Específico Pascua-Lama, una adición al tratado, cede el territorio de 438 kilómetros cuadrados a Barrick Gold y establece dónde serán exactamente la mina y la planta de procesamiento, entre otros detalles.
Para Barrick Gold, el único marco legal de Pascua-Lama – la primera mina binacional del mundo – tiene que ver con aspectos prácticos. Por ejemplo, tiene su propia oficina de inmigración para que los trabajadores, una vez que hayan entrado en el territorio no tengan que presentar el pasaporte cada vez que cruzan la frontera entre Chile y Argentina para viajar entre la mina y la planta de procesamiento.
Y asegura que Barrick no tendrá que pagar impuestos dos veces por los mismos bienes y servicios.
La intención de Barrick, dijo Rod Jiménez, vicepresidente de asuntos corporativos en Sudamérica de la empresa, es el desarrollo de la minería a lo largo de la frontera.
“Toda la industria está observándolo muy de cerca”, dijo Jiménez. “Otros están viendo, también, cómo pueden hacerlo.”
Pero mientras que Barrick y otras compañías mineras canadienses ven una oportunidad sin restricciones en los picos a lo largo de la frontera, los críticos ven a Pascua-Lama como un peligroso precedente, en el que una concesión minera funciona, para todos los efectos, como un país independiente, encajada entre dos otros – y , temen, sin ser controlado por nadie.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario