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sábado, 25 de abril de 2015

La aventura de los almerienses que crearon un estado independiente en Francia

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Corría el año 889 y Al-Andalus se extendía por buena parte de la Península Ibérica. Allí convivían musulmanes, judíos y conversos en una mezcla que dio lugar a los hitos culturales de todos conocidos. Los cristianos que habían quedado bajo el gobierno musulmán tenían dos opciones, o convertirse o buscarse la vida. O ambas si la cosa se ponía fea.
Esto es posible que les ocurriese a un grupo de ellos de la localidad de Pechina en lo que hoy es Almería. Según diversas fuentes como Ibn Hawqal y Liutprando de Cremona en ese año 889 veinte de ellos se embarcaron con rumbo norte hacía el golfo de Saint-Tropez.
Una vez en tierra construyeron una pequeña fortificación y la protegieron plantando en torno a ella arbustos espinosos. Consiguieron penetrar ligeramente hacía el interior y hacerse con el control deFraxinet (en árabe Farakhshanit), la actual La Garde-Freinet.
Esta zona en torno a Fraxinet aparece, curiosamente, en algunos mapas árabes contemporáneos representada como una isla. Y en cierto modo lo era cultural y políticamente. El territorio bajo control musulmán incluía también la moderna Saint-Tropez y la actual Ramatuelle y su península.
Según Ibn Hawqal se dedicaron al cultivo y a la pesca, introduciendo innovaciones hasta el momento desconocidas por aquellos lares. Otras fuentes afirman con rotundidad que su principal actividad era la piratería y el saqueo. Prueba de esto último podrían ser los numerosos pecios de barcos hundidos hallados en su costa.
Fortificación de Fraxinet
Fortificación de Fraxinet
El historiador cordobés Ibn Hayan menciona que cuando Abderramán III estableció tratados de paz con algunos líderes francos en el año 939, una copia de estos fue enviada a Nasr ibn Ahmad, al que describe como el comandante de Farakhshanit. Lo cual indicaría una subordinación del enclave al califato Omeya.
Liutprando de Cremona dice que no eran más que bandidos que se dedicaban a rapiñar las áreas cercanas, llegando incluso al Piamonte en sus correrías.
En el año 931 el rey Hugo, que en aquel momento controlaba buena parte de Italia, ataca Fraxinet apoyado por navíos bizantinos. El empleo por éstos del famoso fuego griego consiguió superar a las naves musulmanas, al tiempo que las tropas de Hugo tomaban la ciudad. Sin embargo, todavía no sería este el fin de la aventura de los almerienses. Convencieron a Hugo de que tenerlos como aliados era mucho más ventajoso para sus propios fines políticos. Y así se les permitió continuar con su pequeño microestado.
Fraxinet y la Italia de la época
Fraxinet y la Italia de la época
Pero en el año 972 cometieron un error. Capturaron al abad de Cluny mientras cruzaba los Alpes. Una vez liberado el abad buscó su venganza y organizó una coalición de nobles encabezada por el Conde de Provenza y Arduin Glaber, el marqués de Turín, que puso sitio a Fraxinet al año siguiente. Los musulmanes fueron vencidos, hechos esclavos y expulsados definitivamente de Francia. En aquel momento los veinte individuos originales se habían convertido ya en más de 200.
Durante los años que permanecieron en Fraxinet llegaron a conquistar Toulon, Niza y Grenoble. Años más tarde, en 1047, otro grupo de andalusíes intentaría algo parecido atacando las Islas Lérins, cercanas a Cannes, aunque sin tanta suerte.

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